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29 ene 2017

Cranford [Libro]


Cranford (1851-1853)
Autora: Elizabeth Gaskell
Número de páginas: 210       
Género: Costumbrista


Argumento:



A través de las solteras de este pueblo llamado Cranford, asistimos a los pequeños y grandes acontecimientos de los habitantes del pueblo. Gracias a estos acontecimientos, nos pueden enseñar el paisaje, la comunidad, la ambientación, cultura, costumbres, normas sociales… Es todo un retrato lleno de amor, humor, afecto, que con el telón de fondo de la revolución industrial nos muestra también los cambios que desean involucrarse en la sociedad.


Elizabeth Gaskell se remonta a los años de su infancia, en el pueblo de Knutsford y a los personajes que se convertirán en las protagonistas de esta deliciosa novelita de tan cortas páginas. Novela que parece estar siempre a la sombra de la gran obra Norte y Sur, pero que no tiene ningún desperdicio. Yo ve la miniserie de la BBC y estuve tan perdidamente enamorada de estas mujeres y sus formas de pensar y comportarse que, no ha podido ser hasta este momento en el que he podido leerme el libro. Como siempre, felicidades a la cadena que ha sabido hacer una bonita adaptación.

Nos encontramos en Cranford, en los primeros años del reinado de la Reina Victoria (Qué grandísima reina) y cuando la revolución industrial estaba intentando hacerse un lugar. Resulta que en este pacífico pueblo de Cranford, la buena sociedad está formada casi exclusivamente por mujeres, solteras además, con mucho tiempo libro para especular, chismorrerar, idear, planear, cuchichear, hablar por los codos, aconsejar… pero también para preocuparse las unas por las otras con el mayor afecto posible.

La narradora es Mary Smith y será a través de sus ojos que vamos a enterarnos de todas las cosas que pasan en Cranford. Multitud de historias de los habitantes del pueblo que a vista general, forman una sola historia Historias muchas veces disparatadas o extravagantes. Pero para nosotros, los lectores, nuestras protagonistas serán las hermanas Jenkyns, Matilda (Matty) y Deborah, pero en especial y sobretodo, Matty. La querida Matty, tan dulce, encantadora, siempre intentando hacer las cosas del modo más correcto. Sensible y tierna con todos. Pero dentro del viaje conoceremos a la Señora Pole , la Señora Jamieson, la Señora Forrester y otras con las que nos reiremos, nos hará enternecer e incluso alguna lagrimita se nos podría escapar. A veces el aburrimiento (o las ganas de hacer algo) pueden ser tan apremiantes que alguien quiera coserle un jersey a su vaca… para que no pase frío… por ejemplo…

La ingenuidad de estas protagonistas te hará reír, con sus historias presentadas bajo una capa de fina ironía (tan típico en las novelas británicas) Elizabeth rememora su infancia con cariño, pero también con una visión crítica de la vida pueblerina en la que se crió y educó durante años.

Los hombres de los pueblos, cuando tenían ya una edad, se marchaban a las grandes ciudades a trabajar, se enrolaban en la marina o lo que fuera necesario para no quedarse en el pueblo, pues eso solo lo hacían los de una casta inferior, hasta el médico estaba mal visto verse con él y solo el vicario estaba exento. De ahí que la campiña inglesa de esta novela esté compuesta básicamente de mujeres. Todas con un nivel de vida medio, lo suficiente para sobrevivir y ahorrar un poco, pero no lo suficiente como para ir de forma lujosa, así pues, todas intentan disimular esa falta de un modo u otro entre ellas, para justificarse del por qué no llevan vestidos de seda. Porque en un pueblo, las apariencias son fundamentales,

Elizabeth Gaskell emplea un uso del lenguaje sencillo que, para el año en que se publicó, no se hace nada pesada. Entiéndase en el contexto histórico, no vamos a ver aquí reflejada, por muy sencilla que sea, una narrativa del tipo actual. Es amena, cada capítulo una historia, atrapa al lector. Es uno de esos clásicos que a día de hoy no lo podrías mirar y pensar: “Seguro que esto lo entendía la gente de antaño, pero yo hoy no lo entiendo y me aburre”. No, eso no te pasará con Cranford.


Charles Dickens fue el impulsor de esta novela. Incitó a su amiga Gaskell a que se animara a escribir sobre el pueblo de su infancia y por eso ella le otorgó unas líneas en su libro para nombrarlo. Así pues, se desarrolló en entregas periódicas del Household Words (muy típico de la época) que comenzaron en 1851 y acabaron en 1853, que fue cuando finalmente se editó en un solo libro, por cierto, revista que era dirigida por Dickens y bueno, quién mejor que Dickens para recomendarte este pedazo de obra. ¡Manos a la obra, chicos!






16 dic 2016

¿Qué haría Jane Austen? [Libro]



Viajando desde mi blog hacia este libro que a su vez, también se da un viajecito por el tiempo, creo que merecía mi atención para reseñarlo por un valor general de sentimientos que me ha dejado la lectura al finalizar. Una sonrisa en los labios y una nueva experimentación sobre la que, he considerado, buena caracterización sobre la realidad de nuestra protagonista Eleonor Pottinger, 200 años antes de todas sus comodidades, pero empecemos por el principio.

Si habéis visto primero la adaptación de Austenland, veréis un gran y enorme parecido con este libro y es que sucede que nuestra protagonista Eleonor, es una chica normal que ama Jane Austen y sus obras, las ha releído mil veces, ama a Fitzwilliam Darcy (cómo la inmensa mayoría en la que yo no me incluyo) y desearía poder viajar en el tiempo para vivir en la Regencia y conocer a esta gran autora. Ha sufrido un gran desengaño con su novio, pues no era lo que ella esperaba acabando así su relación, con una infidelidad muy dolorosa para ella. Todo este cúmulo de cosas consigue en ella despertar su gran necesidad de alejarse y desconectar, por lo cuál, decide registrarse en una convención sobre la regencia y pasar una semana en un lugar apartado para vestir y comportarse como una más de la época, aprovechando de esta manera que ella es una profesional de la costura, para diseñar más trajes sobre su época favorita.


El malentendido viene a manos de la muchacha de recepción que asegura, que su nombre no está en el listado y por lo cuál no le puede dar una habitación en el hotel porque está todo lleno, pero la verdad es que la joven muchacha se olvidó de apuntarla y para ser perdonada, le ofrece la única habitación que le queda, la que nadie quiere, la que única de la que todos huyen porque dicen estar encantada por dos fantasmas. Eleanor es una chica sensata que no cree en esas tonterías, acepta la habitación con tal de vivir su mayor y mejor experiencia en una falsa regencia, pero cuando despierta de su primera noche encuentra a dos chicas vestidas de la regencia sentadas a los pies de su cama contemplándola. Ellas, Mina y Deirdre, aseguran ser los fantasmas que todos ven, pero Eleanor solo puede pensar que es una buena representación del hotel para echarla y que no les denuncie por no apuntar su nombre en la lista desde el primer momento.

Eleanor Pottinger solo quería dormir un poco más, pero las dos hermanas no dejaban de hablar y de discutir sobre la forma en que podían convencer a Eleanor de que viajase en el tiempo para ayudar a sus antiguos yo a no ser seducidas por Lord Shermont y de ese modo evitar la muerte de su hermano Teddy. Eleanor al final accede, cediendo en la broma que ella cree que era, con la condición de que pudiera conocer a Jane Austen en persona y hablar con ella. Y así pues llegamos al momento en el que Eleanor encuentra la paz en la habitación, consigue volver a dormir y al despertar… todo está cambiado a su alrededor.
 
Así, a grandes rasgos comienza todo. Ya no recordaba la sinopsis que mi marido de leyó, así que me sorprendió encontrar en un libro que para mí, iba a resultar de lo más normalito, un misterio entre sus páginas ¡Pero lo que sí que no me esperaba yo es que tuviera escenas de sexo explícitas! Dado que el tema era de Jane Austen, yo ya iba con la mentalidad de que sería un libro más bien decoroso, pero mi mente tampoco podía saber lo que más adelante me iba a encontrar.

Lo mejor: De todos los libros que he leído ambientados en épocas pasadas, es el primero (y es un dato del que he disfrutado muchísimo, pues días antes había dado la casualidad (aunque no creo en las casualidades) de que habíamos estado mi marido y yo hablando sobre a qué época nos gustaría viajar en el tiempo y hablar sobre las ventajas e inconvenientes) en el que he podido leer casí con pelos y señales, la incomodidad real de la protagonista al viajar a un tiempo donde el agua no es corriente, donde la orina se echaba por la ventana, donde el hedor de las personas que no se bañaban se intentaba camuflar con litros de agua de colonia. La peste que había en la ciudad, la incomodidad de las ropas y hasta el asco de bañarse en una bañera de agua ya usada por la persona anterior. Me lo creído totalmente, es una buena caracterización de lo que podría sucedernos si viajásemos, como mínimo, a la regencia. La conclusión que tuvimos mi marido y yo (y este libro refuerza mi teoría) es que, por mi parte, solo viajaría en mis sueños a largo plazo y a corto plazo en la vida real, solo para un día, sería en la vida rural y en una familia de buena posición.

Lo peor: Por mi parte, que tengo siempre frescas las novelas de Jane Austen, me ha resultado bastante fastidioso encontrar a cada guiño de sus novelas, una aclaración de esta que va dirigido a los que no se han leído los libros. Empezaba sonriendo al encontrar un guiño y luego una mueca de fastidio al encontrar la aclaración porque sinceramente, me sacaba de la novela para recordarme por segunda vez lo que yo ya sabía. No lo he podido evitar aun pensando que habría gente que leería el libro sin ser fan de Jane Austen.



3 dic 2016

Edenbrooke [Libro]








Estoy en mi cama, con el portátil sobre mí y una buena almohada mullida en mi espalda. Delante de mí tengo a mi marido que está en su ordenador. Lo miro con un brillo incandescente en la mirada, con el dulce sabor de su amor sobre mi piel y sonrío anticipadamente, siempre consigue ese efecto sobre mí, que sonría antes de tiempo con solo mirarle. Me siento tan complacida del amor que me da que el libro que acabo de terminar solo ha incrementado mi sensación explosiva por seguir soñando con otras historias, con otros personajes, en distintos lugares del mundo imaginable y no imaginable. Un amor imperecedero, que se va cociendo poco a poco, con tiernas y risueñas conversaciones, a veces con expresiones graves y de incertidumbre. Con bromas y risas; con malos entendidos y lealtades al honor caballerescas hacia la dama a la que se ama. Edenbrooke… he ido y he regresado de Edenbrooke y una parte de mí se ha quedado allí junto a Marianne y Philip.



Edenbrooke (2014)
Autora: Julianne Donaldson
Número de páginas: 417
Género: Romántica-histórica-blanca


Argumento:
  Marianne Daventry es una joven de 17 años que se siente tan atrapada en una ciudad, como es Bath, donde ella se siente tan insatisfecha, con un caballero que le dobla la edad que insiste en cortejarla y que a ella le da tanta repulsión que ha olvidado dar vueltas… Por suerte, una carta de su hermana le llega anunciando que está también invitada a la residencia solariega de su grandísima amiga Louisa. Marianne vive con su abuela en ese momento y ésta la deja marchar con la condición de que Marianne aprenda a comportarse como una auténtica dama elegante y refinada, como lo es su hermana melliza Cecily, pero antes de llegar a su destino, su carruaje es asaltado…



Que portada más preciosa, por favor, las dos que voy a exponer aquí. No se cuál de las dos me gusta más y en cuál de las dos me gustaría ser esa chica que va de espaldas adentrándose hacia su futuro.

Es totalmente lo que parece, una historia de siempre sin un gran misterio que resolver y si añadimos el ingrediente de que es del género del romance ya te puedes hacer hasta la idea de cómo va a acabar y si para colmo de males te has leído el argumento de ahí arriba, ya sabrás también quién será el apuesto caballero que se fijará en nuestra inocente y joven protagonista. ¡Pues si! Te voy a decir a todo que sí, pero hay amigo… no es lo mismo leerse un argumento y hacer ideas preconcebidas de cómo será el libro, que leértelo. Esto es otra historia. Es la primera novela de Julianne y madre mía… vaya bombazo de poesía con olores a clásico, con una traducción muy cuidada. Un velero llamado romance sobre un intempestivo mar llamado misterio.

Todo comienza en Bath en 1816, pero antes de ir allí, Marianne ha perdido a su madre en un terrible accidente y su padre herido por la pérdida solo quiere huir por lo que, manda a sus hijas a distintos lugares y él se va a otro. Marianne es enviada a Bath con su abuela y su tía Amelia y su hermana melliza a Londres a vivir la temporada, a rodearse de la alta sociedad y en esencia, a cazar un marido. Nos situamos en el periodo de la Regencia (el mismo que vivió Jane Austen) y Marianne lleva tanto tiempo sin la frescura del campo que ha olvidado ser feliz. Detesta al Sr. Whittles  y su acumulación de babas en la boca, su apretado corsé y los horribles poemas que éste se empeña en escribirle. Echa de menos su hogar, su hermana, su padre, su difunta madre y dar vueltas bajo los árboles, eso decididamente no es apropiado para una dama elegante, pero consigue por fin respirar cuando recibe una carta de su hermana anunciando que ella también ha sido invitada a Edenbrooke, residencia de los Wyndham. Su abuela, que solo desea lo mejor para ella se lo permite, pero con la condición de que ha de escribirle con frecuencia contándole qué es lo que está aprendiendo de su querida hermana para ser como ella, una hermosa y elegante dama. Marianne marcha junto con su doncella Betsy y cuando anochece, un disparo las despierta, alguien entra en el carruaje, disparan a su cochero, le roban su medallón… ¡Han asaltado su carruaje! Mal heridas les toca llevar a cuestas al cochero que parece herido y está inconsciente dentro de la cabina y Marianne se ve en la obligación de dirigir a los asustados caballos hacia algún punto de luz hiriéndose las palmas de las manos, hasta que se detienen en una posada para pedir ayuda. Allí conocerá a un hombre del que solo sabrá su nombre y le hará experimentar extraños sentimientos en su inexperto corazón ¡Aquí comienza todo!
No sé cuál de las dos portadas me gusta más.

Vi cómo los labios de Philip esbozaban una sonrisa al mismo tiempo que los míos. Se inclinó un poco hacia delante.

- Prometo no amarla por compasión –murmuró
Me ruboricé ante la idea de pronunciar las palabras prometo y amar en una misma frase… dirigida a Philip. Sin embargo, tenía que devolverle la promesa o estaría siendo muy descortés.
- Y yo prometo no amarle por su fortuna.

Es maravillosamente entretenido, me ha hecho reír, no podía soltar el libro y me ha robado horas de sueño por no poder abandonarlo, pero me era imposible no seguir para saber cómo le iba a Marianne y a Philip, que por cierto, que hombre tan encantador… Me he enamorado del modo en el que Julianne ha descrito el carácter de este apacible hombre, el modo en que le vibraban los labios para evitar no reír, sus bromas, sus indirectas. Conversaciones y más conversaciones en la biblioteca, a caballo, en la cena, sobre el césped, en la galería de cuadros, en la posada. Que preciosa velada la de la posada, donde cada uno pudo ser uno mismo, sin títulos, sin formalidades, sin restricciones. Ha sido una deliciosa manera de cocer a fuego lento un amor inmortal. Podemos conocer en profundidad al personaje de Marianne, sus dudas, incertidumbres, la lealtad a su hermana, el descubrimiento de sus sentimientos, el como va encajando piezas, el desvelo del misterio sobre la identidad de Philip. Me han parecido unos personajes muy reales, aunque el mayor pero que le encuentro es, que Marianne es demasiado madura para tener solo 17 años, por eso es que a veces se me olvidaba, lo cual no me ha importado porque eso solo la ha hecho más cercana a mí.

Cuando Julianne Donaldson comenzó a describir Edenbrooke en el libro, simplemente me quedé sin palabras… Edenbrooke tenía todo cuando una persona podía soñar, para cualquier amante de la naturaleza, para esconderse entre los árboles, para refrescar los pies en el río, para pararse sobre el puente de piedra que hay sobre él, para pasear… De hecho, Edenbrooke existe, no quizás con ese nombre, pero sí la localización en la que la autora se basó. Puedo imaginarme a Marianne, la que siempre ha vivido a la sombra de su perfecta hermana, dando vueltas bajo esos maravillosos árboles siendo ella misma.

El libro me ha absorbido, hacía muchísimo tiempo que una novela romántica no me dejaba tan exhausta, añorando más, sintiéndome triste al ver que las páginas se me iban acabando. Marianne no es la chica refinada de los títulos románticos clásicos y Philip me ha sorprendido en todo momento, yo me iba esperando una reacción y él me dado otra, siempre imprevisible. Existe un amor tan puro entre ellos que solo se sienten dichosos cuando están juntos. Delicioso… si el libro pudiera comerse, sería mi plato favorito.

En definitiva, Edenbrooke es una novela romántica de tipo clásico (o cómo he leído por Internet: A proper romance)  donde también hallarás un poco de misterio, aventura, pretendientes, risas, de personajes muy bien elaborados. Una lástima que el segundo libro que sacó no me fascinase tanto como éste.





25 nov 2016

El misterio de la guía de ferrocarriles [Libro]

El misterio de la guía de ferrocarriles (1936)
Autora: Agatha Christie
Número de páginas: 250
Género: Novela policíaca 




Argumento:
  Hércules Poirot recibe un día un anónimo avisando de que algo sucederá pronto. Un asesinato premeditado y a partir de ahí, otros se iban a suceder. Poirot se enfrenta a la mente perturbada de un asesino en serie que tras acabar con la víctima, deja cerca de ella una guía de ferrocarriles abierta. El Capitán Hasting, será una vez más, el compañero más ideal que Hércules podría tener a su lado.




Se encontraba Poirot en casa cuando recibe la visita de su más estimable amigo, el capitán Hastings, que recién acaba de llegar con su esposa de América del sur y con él, pronto llega una carta anónima anunciándole a Poirot que lo retaba en su inteligencia a descubrirlo. Al principio no sabían de qué se trataba, pero pocos días después descubrieron que se trataba de un asesinato y que semanas después, añadirían a sus conocimientos, que era un asesino en serie que dejaba por señales una guía de ferrocarriles junto a la víctima y ¡algo más! Según su conducta, mataba en el orden del alfabeto. Primero Alice, luego Betty… y así. Se puede decir que al menos, este ser desequilibrado tenía la decencia de ir avisando antes de matar. ¿Cuántas muertes más tendrá que cometer la mente perturbada del asesino antes de que las células grises de Poirot comiencen a unir cabos?

Primer error del asesino ya desvelado para ti: Desafiar a Hércules Poirot.

¡Patidifusa! Me dejó esta novela, o como dicen en mi pueblo ¡Patitiesa! Resulta que, después de 27 libros que he leído de ella, esta novela me ha hecho estremecerme de felicidad y de intriga, por una engañosa tristeza también al creer que Poirot no tendría su gran final, entre otras cosas, esta novela tiene un cambio estructural que antes no había visto antes en la tita Agatha. Eso me ha hecho regocijarme al principio para luego morir de la risa porque una vez más, yo me creía más lista que la autora. En verdad que me ha hecho muy feliz y me encantaría tener un botón de borrado manual en mi cerebro para poder volver a leerme este libro y volver a disfrutarlo como la primera vez.

Hastings sigue siendo el narrador de las historias de su arrogante, pero encantador amigo Poirot. El mayor y mejor de los detectives belgas, que no francés como siempre lo confunden. Desde este punto, siempre podemos ver la incapacidad del pobre Hastings en seguir los conocimientos de su amigo y nunca podemos saber más que Poirot, porque cuando Hastings le pregunta, Poirot siempre nos contestas (sí, a Hastings y al lector) que pensemos, observemos, escuchemos más detalladamente las conversaciones y reflexionemos. Pero acabamos siendo tan ineptos como Hastings y al final solo nos queda esperar hasta la explicación final. ¿Qué hay de excepcionar en esta novela con respecto a todas las que ya me he leído de ella? Que ahora tenemos a otro narrador, que habla en tercera persona y que será todo, todo, todo, repito, todo un desconcierto para nosotros.
 
He disfrutado una vez más de esta increíble y muy tierna pareja. Aquí nos presenta Agatha, a un Poirot un poco más envejecido, pero como los años pasan sin tocar ni un pelo de este detective, Poirot decide usar tinte para el cabello y así seguir evidenciando que él no engorda, sino que el sastre toma mal sus medidas o que nunca le aparece una caries, va al dentista solo para averiguar si sigue vivo. En verdad que en esta historia, he visto a un Hércules Poirot más bromista de lo usual, no me extraña que cada dos por tres Hastings estuviera gritándole sorprendido: ¡Poirot! xD Me encanta.
Tenemos al siempre indiscutible inspector que aparece en acción para quitarle el puesto a Poirot, pero que es un quiero y no puedo que desdeña en todo a nuestro detective con su más tópica frase de una ceja enarcada: ¿De veras? Detestable este hombre y más sabiendo que siempre pone en duda los métodos de Poirot, como siempre, él y todos los que vinieron antes que él y los que luego vendrán.


Todo se sucederá como debe ser, para sorprendernos y sentarnos a la mesa de todos los sospechosos mientras que Poirot, con mucha teatralidad y vanagloria, nos expondrá los hechos del cómo, cuando y por qué el asesino mató con sangre fría hasta desvelar el nombre que todos nos preocupaba desde su comienzo. Fantástico… simplemente fantástico toda la novela. ¡No digo nada más! Léetelo y luego me cuentas.



21 nov 2016

Viaje al centro de la tierra [Libro]

No podía seguir con mi vida sin tocar al del tan aclamado escritor de ciencia ficción y aventuras. Como no ando muy segura en este terreno, prefería dejar que mi marido se leyese algo y de él y si le gustaba, pues que me lo recomendase y en fin, Viaje al Centro de la Tierra se convirtió en el primer libro que yo leía de Julio Verne.

Viaje al centro de la tierra (1864)
Julio verne
Número de páginas: 260


Argumento:  Otto Lindenbrock compra un interesante libro en una tienda judía y de éste cae un trozo de papel con un complicadísimo enigma que los llevará, a él y a su sobrino Axel, a la aventura de sus vidas. Viajar al centro de la tierra se convertirá en la única meta en la vida del profesor Lindenbrock.


Hoy vengo con algo de literatura juvenil… ¿Te estás riendo de mí? ¿Acaso no me crees? ¡Naturalmente que es literatura juvenil! Lo que pasa que no la reconoces porque no hay un romance pasajero, no existen los diálogos cortos y sin sentido. La ausencia de las formas coloquiales al hablar brillan por su ausencia y por supuesto como a día de hoy, no es una novela distópica. ¡Pero es juvenil! Es lo que se llevaba años atrás y que sin duda, se hecha en falta a día de hoy. Es la literatura que enganchó a millares de lectores de todas las edades y que tanto aprendieron de ella, que todavía la piensan con nostalgia y satisfacción y que dejaron una huella grabada a fuego en sus vidas. La literatura que hoy todos conocen por sus adaptaciones al cine, por sus parodias en los Sketch y que tanta cultura desprende.

No me tiréis piedras, es que cuantos más libros leo, más cuenta me doy de que “todos se han perdido menos yo”, suena a muy poquita humildad, pero no se trata de vanagloriarse, se trata de documentos, afirmaciones y comparaciones. De estudios y años de evolución que lo confirman y nada mejor que hacer lo que yo, para entenderme. Defiéndete con argumentos o calla hasta aprender.

Todo comienza con el profesor Lindenbrock que compra un antiquísimo libro en una tienda judía. Del interior de este libro cae un trozo de papel con un enigma que pronto decide querer resolver y a todos en casa los pone en ayuno hasta haberlo descifrado. Axel, su sobrino, sin darse cuenta lo resuelve, pero decide callar porque sabe que su tío no se detendrá ante nada hasta conseguir lo que el enigma dice. Viajar al centro de la tierra. ¡Qué espanto! Piensa Axel, una empresa ardua, difícil, inverosímil e imposible. Si su tío decide hacer las maletas lo llevará con él y jamás volverían, morirían. Estaba seguro de eso, pero el hambre al cabo de muchas horas pudo con él y acabó rindiéndose revelándole así a su tío la luz del gran misterio y con él, lo que Axel tanto temía.

Este joven esperaba encontrar consuelo en la mujer que ama, pero ésta también lo anima e incita a acudir a dicha aventura y así, tan pronto como Otto Lindenbrock lo tiene todo calcula, zarpan a Islandia, del lugar donde empieza todo. Es un comienzo muy gracioso o yo al menos me reí bastante con los pensamientos de Axel, con las respuestas de Lindenbrock, con los actos de Axel ante las vociferaciones de su tío cuando lo reclamaba. El viaje y esa manera de expresarse del sobrino, con sus deducciones sobre como de impaciente debía de estar su tío. Todo me resultó de lo más cómico. Luego de llegar a Islandia, Julio dio un giro de 360º a la narración y me zambullí en un mar de incertidumbres…


Que fascinante y aterrador, ambos sentimientos a partes iguales. Se me cortaba el aliento a momentos y no era hasta pasado el momento de tensión que sentía que estaba conteniendo el aire. Hacía mucho tiempo que una aventura no me llevaba tan dentro de la historia, yo creía ser Lindenbrock a ratos y a ratos Axel. El entusiasmo, el placer, la impaciencia y la motivación del profesor me era contagiada y yo también creía hacer fuerza con los pies, sentada yo en el sofá, esperando así que el tren que los desplazaba fuera más rápido. De Axel me queda toda su preocupación del comienzo, su terror por lo momentos culmines de la novela y la magnitud de su asombro en cada descubrimiento científico en el interior de la tierra, bajo el volcán Sneffels. Su pastosidad me hacía detenerme a mí en la lectura y sentir todo la presión que este joven sentía cuando fascinado, mirada hacia el techo y decía con total preocupación: “Estamos ahora mismo bajo todo el océano” Sí, yo también sentía creer que el techo cedía y que era aplastada por la kilométrica cantidad de agua que había sobre sus cabezas. Claro que el profesor, su tío, lo tranquilizaba diciendo que el techo no cedería, no lo había hecho durante tantos años y no lo iba a hacer ahora, pero… que impresión…

Todo se desarrolla de un modo tan fiel a la realidad que crees estar dentro, con ellos, viviendo la experiencia y sientes el hambre, la sed, el dolor, la desesperación, la fascinación, el miedo, el agua salpicándote, empequeñecido por el bosque de hongos y mil y una cosa que no imaginabas que contrarías bajo la corteza terrestre.
Una aventura maravilla que aún escribiéndolo aquí se me paraliza la respiración.
Es cierto que, el que haya leído más de Julio Verne sabrá, dedica tiempo a la ciencia en sus escritos, muchos tecnicismos, se toma su tiempo para hablarte de la cantidad de especies que hay de una misma flor, de un fósil o los tipos de minerales. En este caso no hace una excepción, pero a mí no me aburrió ni me apartó de la historia, pues solo un par de líneas de vez en cuando que si las lees con euforia de Otto o Axel, te sabrá a poco. Son términos de geología, mineralogía y paleontología que Verne traslada de su cabeza a sus escritos. Lo que demuestra cuan culto e inteligente era este hombre. De hecho todo parece tan creíble que no te lo cuestionas. Verne lo escribió de modo que no tuvieras que plantearte si es verosímil o no dicha empresa.

Una niña, así es como me sentí. Fuera de casa con la necesidad de no separarme de mi tío Otto… ¡Oh…! Que voz más desesperada y cariñosa al mismo tiempo la de Axel cuando llama a su tío en su peor momento. “¡Oh! Tío…!” Todavía al recordarlo escucho su voz en mi cabeza y se me encoge el corazón. Fascinante, no tengo más palabras para describir todo lo que viví dentro de ese volcán con el tranquilo de Hans, el implacable profesor Lindenbrock y la dulzura de Axel. Solo leedlo. Leed a esos personajes tan carismáticos, esa narración que no vacila, que no se pierde, que es rica en vocabulario. Aprende de él.











13 nov 2016

Los habitantes del bosque [Libro]



Los habitantes del bosque (1887)
Autor: Thomas Hardy
Novela: Drama-costumbrista
Número de páginas: 452



Argumento:


Grace Melburr es una joven que recién llega de un internado que la convierte en la más refinada de Little Hintock y esto la lleva a pensar a su padre que, ya no es merecedora de su antiguo prometido, un campesino de casta humilde y decide mirar más allá, a alguien que esté al nivel de su hija Grace. Él solo quiere lo mejor para ella y su hija nunca querría que su padre sufriese y todo esto lleva a tomar siempre las peores decisiones


No sé yo en qué momento confundí película y libro, pero hasta Tomas Hardy me ha llevado.
Vi en Youtube una película llamada: Bajo el árbol del bosque. ¡Me encantó! Una típica película de triángulo amoroso, de una chica y dos chicos. Ambientada en una época pasada, de esas que me fascinan y quise averiguar si tenía película, porque quería saber más, quería experimentar leyendo la verdad de la historia. Quería ver hasta donde llegaban todos los clichés de la temática en su historia original.
La cuestión es que, no sé como vieron mis ojos que yo leí que estaba basada en el libro de Tomas Hardy, Los habitantes del bosque y yo loquita por ver esa historia que me apasionó en papel comencé a leer el libro. Todo parecía marchar muy bien hasta que sucedió esto… y aquello… y lo de más allá… 0_o Sí, así me quedé al seguir leyendo y descubrir que libro y supuesta adaptación no tenían nada que ver la una con la otra.

Busqué nuevamente por Internet y descubro que efectivamente, está basada en una novela de Tomas Hardy, no dice cuál, así que no sé de qué modo me inventé yo que era de la novela Los habitantes del bosque, supongo que por asociación de palabras, me puse a buscar nombres de las novelas de Hardy, leí algo de bosque, la película decía árbol y claro… ¡Pam! Ahí tenía yo mi invención. Así que ya la he leído y disfrutado, pues le hago una pequeña reseña, para recomendarla a todo aquél que quiera pasar un buen rato en el campo, entre altos y esplendorosos bosques.

Como todo clásico que llega a  mis manos o tablet, aprecio muchísimo la forma de escribir. Esa narrativa tan detallada, suave, experta, fluida. Llena de sentimientos, sabedora de la naturaleza humana, crítica y muchas veces mordaz. Inteligente y culta que llena toda la obra de referencias filosóficas, literarias y bíblicas. No puedo decir que tal cosa es normal de Thomas Hardy, porque es la primera novela que leo de él, pero he vivido varias semanas con sus personajes en un espeso bosque, lejos de la ciudad, estancada en las provincianas costumbres. Con abundante aire costumbrista y sabiendo de las costumbres de Little Hintock. Hardy nos retrata en todo momento ese paisaje del campo inglés, los atardeceres, los pájaros que se posan sobre las ramas, la lluvia que golpea las ventanas, lo húmeda que está la tierra para que una dama deba o no caminar sobre ella. Hardy no solo describe el paisaje, sino que añade los sentimientos de esa persona mientras contempla dicho espectáculo de la naturaleza. No tienes más remedio que sentirte dentro de cada uno de los personajes.


Como el bosque es el mayor escenario que comparte protagonista con Grace Melbury, una chica que acaba de llegar de acabar sus estudios, una fortuna para su padre que quiso darle a su hija, lo que él no pudo tener. Esto hace de ella una verdadera señorita, tanto que ella misma se siente fuera de lugar de nuevo en casa. Su nueva clase social, gracias a su nuevo intelecto y sabiduría hace que, su antiguo y actual prometido, un campesino corriente, Giles Winterborne, quede muy por debajo de sus posibilidades y al final su padre, que se sentía tan en la obligación de casarla con Giles, por errores del pasado, rompa su compromiso y decida buscarle alguien más propio y más cercano a la nueva clase social de su hija.
Para Grace hay dos hombres que su padre debe de elegir para ella, dado que en aquella época las mujeres poco teníamos que opinar, aquí comienza la historia, con la aparición de Fitzpiers Edred y su rango tan parecido al de Grace. Pese a que la joven siente más afecto por Giles, su amigo de la infancia, ella misma se da cuenta de que se encuentra en desventaja social, pero siente más temor que amor por Fitzpiers y sus misteriosas andanzas. Ella no puede herir a su padre y éste que solo quiere lo mejor para ella, decidirá por todos.
Los encuentros y desencuentros de los habitantes de Little Hintock los lleva a tomar, muchas veces, decisiones equivocadas que marcarán de por vida todas las demás decisiones, viéndose así obligados a luchar constantemente contra un destino hostil que no pueden evitar. A veces por las normas sociales que han de seguir o por la alta moral, pero siempre hacen de ellos que se extravíen de sus mayores y anhelantes deseos y hacen lo que pueden para ir sobreviviendo cada día.
La estampa de una puritana Grace, movida siempre por las leyes divinas, no puede satisfacer sus deseos, ni dejar de soñar que las rompe tampoco. Pensamiento constante al qué dirán los vecinos de una población victoriana del S. XIX regida por todos los ojos vigilantes de los habitantes de, en este caso, Little Hintock
El artífice de esta historia, con la ventaja de lo que su pluma habría de escribir sobre el papel, no nos quiere desvelar muchas cosas, pero parece inevitable que los personajes están condenados al fracaso una y otra vez, nunca satisfechos, que por más que intentan arreglar las cosas, solo las empeoran más. Yo por mi parte, siempre con mi espíritu optimista, espero hasta la última línea para saber si tendré mi gran final feliz, pero creo que con Thomas Hardy es vana mi esperanza…
Giles Winterborne, el eterno hombre esperanzado, siempre esperando el instante en que todo se ponga a su favor, solo sabe recibir cubos de agua fría, malas noticias, besos robados y sueños rotos. Me ha enternecido este campesino, con un corazón de oro, demasiado bondadoso para una indecisa Grace Melbury.
Sigo pensando que los clásicos no se pueden pasar de moda, pues en abundancia se puede encontrar semejanzas con nuestro presente, aunque algunas cosas te puedan resultar exageradas a día de hoy, no estamos tan lejos de aquella realidad ya que, yo opino, que el mundo va retrocediendo inconscientemente. Veo a diario en muchos ámbitos que muy poco a poco vamos retomando hábitos ya en desuso. Por eso los clásicos no se pasan y siempre son reales. La naturaleza humana, realmente ha cambiado poco, solo se enmascaran algunos detalles para parecer otra cosa, pero si raspas la superficie seguirás viendo lo que siempre ha habido y si no, te invito a lee Little Dorrit de Charles Dickens y luego me cuentas si no hay realidad de hoy en ese libro.
He leído que es la obra favorita de Hardy y está considerada como una de las mejores obras de la literatura inglesa del siglo XIX. Bueno, he llegado a ella por casualidad y me llevo una gran obra bajo el brazo de paso. Así que no hay nada de lo que arrepentirse.



5 nov 2016

Matar a un ruiseñor [Libro]

A veces creo que voy con prisas, pero luego soy yo la que engaña a tales prisas. En 2015 escuchó la gran noticia de que Harper Lee se preparaba para hacer una secuela de Matar a un ruiseñor y bueno, como muchas otras veces me dije a mí misma que, bueno, es un clásico y si van a hacer una secuela pues tendría que empezar a leerme el libro. Al principio vinieron a mí tales prisas, apretándome con la ansiedad de abandonar el libro que tenía entre manos para empezar Matar a un ruiseñor, pero me dije: “¡No! Lo voy a empezar cuando me apetezca, porque no tengo ninguna prisa y no voy a dejar que me dominen. Ahora me lo voy a empezar cuando me de la gana a mí”
Así fue como aquella tarde casi no duermo por acabarme el libro que tenía entre manos para empezar Matar a un Ruiseñor a la mañana siguiente… pero fue porque a mí me dio la gana…

Matar a un ruiseñor (1960)
Autora: Harper Lee
Número de páginas: 416








Argumento:
  Scout Finch de seis años es la hija del abogado Atticus Finch y es hermana de Jem Finch, cuatro años mayor que ella. Viven en Maycomb, Alabama, y durante el verano conocen a un niño llamado Dill. Los tres juntos estarán aterrorizados por tres años por la casa de los Radley, donde se “esconde” Boo Radley. Inventarán e idearán siempre el medio para hacerle salir de casa, si es que está vivo. Mientras tanto, han de ir a la escuela, conocer a otras gentes, aprender lecciones de la vida y para eso, Atticus, el padre abogado de mediana edad, hace un papel excelente y ejemplar para todos los lectores.



Pasando por ser una novela que tuvo un éxito inmediato, que ganó el premio Pulitzer, que ha aparecido como una buena adaptación en la gran pantalla con grandes actores y que se ha convertido en un clásico de la literatura… para algunos será una bazofia. En este caso, para mí no lo fue, pero seguro que los hay que opinen que no es un gran libro. En fin, tampoco vino Lee a apuntarnos con un arma para leer su novela y condecorarla con grandes honores.
Yo había visto la adaptación hacía unos años atrás, o eso dice mi marido, porque yo no recordaba nada de nada hasta que llegué a ciertas partes del libro.

Dicen que los escritores escribimos mejor cuando plasmamos en el papel cosas ya conocidas por uno mismo, pues resulta que Harper Lee se insipiró precisamente en lo que te cuento. Matar a un ruiseñor está inspirada en las observaciones de una niña de 10 años (Lee) al conocer a sus vecinos y su familia por 1936 y sobre un incidente que por entonces ocurrió cerca de su ciudad.

Matar a un ruiseñor debería ser leído por todo el mundo, grandes y pequeños, porque seguro muchos pequeños entenderían lo que Scout dice, sus explicaciones y deducciones de todo lo que le rodea. Le agrega humor a la novela y ese punto de vista inocente que cuando somos mayores perdemos, de tal modo que en cierto modo nos insensibilizamos, como le pasó a Dill durante el juicio. Esas cosas que intentamos enseñarle a los más pequeños y que luego nosotros no nos aplicamos a nuestra vida. A los ojos de Scout y su hermano hay tantas injusticias en el mundo que lloran de frustración, pero que una persona mayor lo deja pasar como algo normal en la vida diaria.



Yo he sido una niña más que ha sido instruida y re-educada nuevamente por la mano de Atticus Finch, el padre de Scout (Jean Louise) y de Jem. Atticus es abogado y es una persona modelo. Las enseñanzas que intenta inculcarles a sus hijos son ejemplares. Es el molde de la honestidad, legalidad, cariño, respeto y honorabilidad que todo ser humano debería de ser consigo mismo y con su prójimo. Ejemplo de moral y de integridad para lectores y abogados. He leído en Wikipedia que un crítico decía sobre el impacto de la novela:

“ En el siglo XX, Matar a un ruiseñor es el libro más leído sobre el tema racial en Estados Unidos y su protagonista, Atticus Finch, es la imagen de ficción más duradera del heroísmo racial”

 Matar ruiseñores, que solo cantan y no hacen daño, es un acto malvado.

Es una novela que habla de muchas más cosas. Cuando Scout y Jem van al colegio, podemos ver el tema de las clases sociales, como en el aula hay niños de diferentes y dispares edades, no como aquí estamos acostumbrados. El trato entre ellos, el desconocimiento de la nueva profesora abre la puerta a nuestro conocimiento ya que, Scout nos explica por qué tal niño solo viene un día a clase o porqué otro no se trae el almuerzo. Enfatiza la tolerancia y condena los prejuicios.
A través de Scout vamos a vivir muchas aventuras, a preguntarnos como ella, ¿Qué es lo que pasa con Boo Radley? Cuando nos cuente su historia, parte de verdad y parte de la exuberante imaginación de los niños.

No te deja indiferente, el final es sin lugar a dudas frustrante. Palideces al darte cuenta de la cruda verdad que rodea el libro, como desde que Lee lo escribió hasta el día de hoy, apenas si ha cambiado el mundo y es triste, muy triste que acabes de leer el libro y sientas un dolor sordo en el pecho al pensar en las muchas, muchísimas injusticias de la vida. En el mundo en el que se van a criar los nuevos niños y lo peor de todo, darte cuenta de que las personas con los años no quieren cambiar. Atticus Finch intenta explicar en todo momento a sus hijos el comportamiento de esas personas que lo atribulan en su intento de defender a una persona, ¡ojo! Una persona, digo. Atticus siempre hablando a sus hijos del por qué de las cosas, siempre intentando que ellos no alberguen rencor en sus vidas. De tratar a todos por igual. La dignidad humana. Los derechos. Claro que tendremos muchos otros personajes que nos darán su versión contraria de las cosas, para que no nos quedemos con tan solo una cara de la moneda.

Estuve enganchada al libro dos días, no podía dejar de leer y siempre que hacía una parada, era para soltar el aire que tenía contenido y elevar el libro en alabanzas cuando mi marido me preguntaba, cómo lo llevaba. Por supuesto que se lo recomendé.







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