Vamos a enfrentarnos hoy a un desligamiento de los pasos de los años y los siglos, para conocer cuan tristemente podemos jugar al "teléfono roto" (llamado as en España). Quiero hacer un intento de abrirte los ojos, no para que yo pueda convencerte, ese no es mi papel, sino para que, por lo menos, conozcas la verdad de lo que, por tantos años, te han estado enseñando mal y así, quizás, de ahora en adelante puedas decir las verdades acerca de la persona de Jesús. Te voy a decir por qué, porque si a Thomas Edison se le conoce como el inventor de la bombilla, un siglo después no escucharás a nadie que diga que Thomas fue minero en Perú. ¿Verdad? Que de la venida de Jesús a la tierra hasta ahora hayan pasado 2.000 años, tampoco tiene que hacer que cambie el quién es él, pero se ha hecho y después de las muchísimas o-p-i-n-i-o-n-e-s que hay acerca de él es que la gente se confunde. Pero la principal confusión viene porque siempre intentamos de hacer de Jesús algo que no es, alguien que no es y esto pasa porque nadie va a la fuente original y solo vamos de oídas repitiendo lo que otro alguien nos dijo con voz de total seguridad.