Caminaba sin mucha prisa en dirección a mi siguiente casa,
hablando de mi trabajo, cuando me crucé con una de las muchas iglesias que hay
aquí (como imagino las habrá en muchos lugares de España)
Tocaban las 8 y media de la mañana y me quedé, por unos segundos,
observando la iglesia con su gran campanario y su incesante llamado a la
muchedumbre, creyente, a contestar con plegarias y ruegos, pero a esa hora, de
temprana mañana, el pueblo parecía todavía, por esa parte por donde yo estaba,
bastante dormido.
''Guardando a Dios en casas'' esto me vino a la mente
mientras, todavía ahí parada, contemplaba la iglesia y su repiqueteo. Entonces,
me sentí molesta. ¿Hasta cuándo, el ser humano, va a seguir insistiendo en
querer controlar lo que es, por
naturaleza, imposible?