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25 feb 2017

Lark Rise to Candelford [1ª temp]





(Mini serie BBC) Lark Rise to Candleford (2008)
Basada en la novela de Flora Thompson
Número de capítulos: 10
Género: Drama, costumbrista




Argumento:

Todo gira en torno a un pequeño pueblo de Inglaterra a finales del s. XIX llamado Lark Rise y su ciudad más próxima, Candleford. Ésta tiene una oficina postal que regenta Dorcas Lane, herencia de su padre. Éste será el punto de unión de todos nuestros protagonistas Laura Timmins es una joven que se ve en la obligación de dejar su hogar para trabajar en la oficina postal y será desde su punto de vista que veamos la historia de cada uno.









Acababa de terminar con la miniserie de la BBC Cranford. Me puse con Lark Rise to Candlefor y me tope con algunos actores repetidos de la miniserie anterior ¡Qué gracia! Y los que no eran repetidos, eran de las mismas series en las que trabajan sus compañeros. O sea, un gran reparto.


En la casa de los Timmins de Lark Rise hay ya demasiados miembros y Laura es lo suficientemente mayor como para que comience a trabajar. Su madre es prima de Dorcas Lane y entre ambas acuerdan que Laura vaya a trabajar allí. Como es normal, la adaptación al comienzo será complicada, dado los prejuicios que la gente rica de Candleford tiene de los pueblos. Pero Laura (Olivia Hallinan) es fuerte, dice lo que piensa y poco a poco, el ejemplo de Dorcas será su guía. Pese a que no parezca la protagonista de esta serie, la he visto una muchacha de lo más enérgica, activa, bastante inteligente, aunque en ocasiones se deje llevar por otras decisiones. Su actuación me acabó sorprendiendo, pero para bien.

A Dorcas, Miss Lane, cualquier cosa que le gusta, va seguida de la frase es mi única debilidad y eso siempre me provocaba una sonrisa. Es optimista, segura de sí misma e inteligente ¡Qué mujer más divertida! Y lo digo en muchos sentidos, pero el que más me ha gustado ha sido el de saber hacer de algo prohibido a algo legal, algo que no sería muy correcto, en excusable. Pero puede que esos actos no sean siempre lo más aconsejable. Dorcas Lane (Julia Sawalha, también conocida en la miniserie de Cranford) es una mujer atractiva con un pasado triste a causa de frases que se le marcó de su difunto padre como la de El amor en difícil ocasiones atraviesa las barreras de la sociedad.  Y hay que resaltar, la palabra: Difícil.

Está visto que, no importa cuál sea el personaje ni la serie, Brendan Coyle que aquí interpreta a Robert Timmins, tiene espíritu legal, revolucionario, de líder, no soportar las injusticias y aquí además es todo un artista creativo que sabe esculpir preciosos dibujos sobre una roca. Su mujer, la que antaño conocimos como Charlotte Lucas, fiel amiga de Elizabeth Bennet en la versión de 2005 y como ya digo, también en la miniserie de Cranford, es Claudía Blakley, que interpreta a una trabajadora Emma Timmins, mujer que a veces sabe más de lo que debería por ser mujer y por eso es criticada duramente por su marido. Las mujeres no deberían de ser tan inteligentes ¡No lo digo yo! Pero les era un problema en esos tiempos.


Cada capítulo es casi conclusivo y digo casi, porque, aunque la trama principal no erradica al final del episodio, si el tema que al comienzo se trata. Otro que va aparte de lo principal. Se nos da una reflexión y al siguiente capítulo vuelta a empezar con otro problema que se soluciona al final, mientras que la trama principal, sigue su curso sin detenerse. Lo que aquí cuenta, son los pequeños detalles, del día a día de cada personaje de un modo sencillo y tranquilo.

En conclusión, es una serie que no se hace pesada, todos los personajes se distinguen por algo, adoras a muchos y protestas por las metomentodos de las Hermanas Pratts, que también tendrán su momento para hacernos ver, que no son más que nadie, por mucho que ellas quieran elevarse. Todos tendrán su momento de lucirse y de abrirse al espectador. Tiene hasta cuatro temporadas y ya me dispongo a ver la segunda.




14 feb 2017

El amor ~

El amor es paciente, es bondadoso.
El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
 No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. 
El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. 
Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
~ 1ª Corintios 13: 4-7



Sin duda es un amor que va más allá del ser humano. Esta descripción está, sin duda, más allá de lo que cualquier ser humano pueda sentir jamás. Es un amor que se nos escapa de las manos.
Cuando del amor se trata, difícilmente llegamos a ser pacientes, mucho menos bondadosos cuando sentimos envidia o nos enorgullecemos de la pareja que tenemos con fines egoístas.

Es precisamente, creo yo, cuando uno está enamorado que se enfada con facilidad y cuando nos hacen daño, nos rompen el corazón, nos enteramos que ha habido una infidelidad ¿No guardamos rencor, ira o venganza? Y si conseguimos nuestro propósito de vengarnos, ¿No contradice acaso eso a "El amor no se deleita en la maldad"? 
Solo un amor incondicional, que no espera que sea devuelto puede tener este tipo de amor. Solo un amor que está dispuesto a darlo todo por amor y no esperar que le den una recompensa puede soportar toda infidelidad y mentira. Este tipo de amor es el de la paciencia infinita, siempre esperando a que su amado regrese a sus brazos. 

No hay otro nombre como el de Jesucristo, quién dio su vida por todos, por los que lo amaron y por los que le escupieron y azotaron. No hay otro nombre como el de Jesús quién siempre me espera con los brazos abiertos cada vez que le doy la espalda y que siempre me recoge con amor. No hay otro Dios que describa en el libro de la Biblia un amor como este.

Incondicional
Fiel
Paciente
Bondadoso
Sin maldad
...

Solo me queda el intento cada día de imitar este amor hasta el final.

11 feb 2017

Seis cosas que me ponen violenta

Porque sí. Porque soy una persona muy positiva, hasta rozar la cólera de mi marido. Porque me encanta reír y hacer felices a los demás. Porque me gusta ir por la calle tarareando para mis adentros la canción que ese día me llama la atención y porque soy de lo más pacífica, hasta decirme Santurrona. ¡Por qué entonces el mundo me provoca para que saque la bestia dormida que habita en mí!


Para todos los que quieren vivir en un mundo de paz, pero que el gentío solo desea provocarles haciéndoles arrugar la cara en un terrible gesto de desaprobación, hasta casi escupir en el suelo o lanzar un par de bofetadas. Ahí van seis situaciones que me sacan de mis casillas y hacen que mi marido me lance miradas moribundas y de extrañez.

1-) En un día donde el tiempo va contra reloj, tengo prisas por hacer todo lo que tengo pendiente en mi lista de tareas y solo deseo llegar a casa con prontitud y tirarme a la bartola. ¡Ahí! Es ahí donde el mundo se pone contra mí y siento una frustración elevada a la máxima exponencial, cuando los idiotas de turno que caminan delante de mí, creyendo que son los dueños de la calle ¡se detienen sin previo aviso y consiguen que yo frene en seco para no devorarlos y quitarlos de en medio! Claro está que es una acusación inválida, ya que ellos no saben que yo voy con prisas ¡Pero como me fastidia!

2-) Los señores ancianos, sí, los que se creen que por ser arrugados, andar despacio y mirarte por encima de sus gafas, casi siempre sucias, tienen todos los derechos reservados a caminar por el centro de las aceras, a ocupar todos los bancos de los parques en sombra, a hacerte levantar de la silla en la sala de espera del médico o en el autobús porque de un momento a otro se les va a salir la cadera de su sitio. ¡Señores ancianos! El mundo sigue sin girar a vuestro alrededor y a mí me crispa los nervios tener que ir subiendo y bajando las aceras en calles estrechas donde los coches en los pueblos pasan a gran velocidad como si estuvieran todavía en la autovía, habiendo cabida para dos personas si tan solo se ladearan.

3-) Las puertas, los muebles, los marcos de las puertas, las esquinas de las camas. Todo parece ponerse en mitad de tu camino cuando vas por casa casi en volandas por el mismo aire que te arrastra de un lado para otro con frenesí. Golpe en el brazo con la manivela de la puerta, raspón en la espinilla con la esquina metálica de la cama, fisura en los huesecillos de la mano al girar una esquina y comerte el tabique por no haber abierto más la curva al pasar. Tropezarte con la silla que alguien dejó por el medio y dejarte los dientes en el suelo. Creo que las casas deberían ser circulares y con todos los muebles, cuadros y habitaciones tapiadas por paredes que, al presionar cierto botoncillo, estas se levantasen y entonces apareciesen. Ya lo dicen las estadísticas, hay más accidentes por labores domésticas que en los andamios de las construcciones.
4-) ¿Por qué han de existir los llamados Tontos de turno? ¡Por qué! Que felicidad es para mí salir en las noches de verano, al fresquito de la luna (en los países donde a las 21:30 de la noche no hace todavía 40ºC) Pasear cogida de la mano con la persona que amas, sentarse en un parque donde puedo asentar mi cabeza en su musculoso hombro. Escuchar los últimos trinos de los pájaros que revolotean de un árbol a otro ¡Y Placa! Ahí es donde entra en juego ¿Quién? Pues el tonto del que os hablo. El hombre (en mi caso) que se dedica a romper mi felicidad del momento dando gritos mientras juega a las cartas con hombres ancianos, mientras les va ganando y soltando improperios, risas y gritos con una voz tan aguda que pareciera que llevase tres tallas menos de calzoncillos. ¡Lo consiguió! Consigue que mi espalda se ponga tiesa en el banco, que mis labios se frunzan, que cierre los ojos y me imagine como me acerco para darle una, dos, tres bofetadas o las que haga falta con tal de que cierre esa bocota de gorila.

5-) Y hablando de sentido común. ¿Vivís en un bajo? ¿A lo sumo en un primero? Personas que van caminando por la calle y se paran para hablar (a gritos) junto a una ventana ¿Habéis pensando alguna vez que a nadie le interesa vuestros problemas o delirios? ¡Que no! ¿Os gustaría que fuera una desconocida a vuestra casa y comenzase a contaros los problemas de su vida o como le ha ido el día? ¡Pues entonces no lo hagáis cuando os paréis junto a una ventana de un bajo! Debo de tener cara de Facebook y todos vienen a mi muro a hablarme como si me importara. ¡Que no! ¡Idos personas indecentes que no me dejais leer a gusto y tener que frenar cada dos por tres para atender a vuestras historias!

6-) Maldoque: Es una invocación griega para reunir tontos en círculos. Me voy a
dormir, si puedo; si no puedo, voy a despotricar contra los primogénitos de Egipto. (Como gustéis: Shakespeare)
Al parecer a mi me encanta hacer Maldoque cada vez que tengo ocasión ¿Por qué sino he de escribir este artículo? A ver, señores y señoras y que viven en un segundo piso para arriba. ¿Qué hacen a las tantas de la madrugada arrastrando muebles como cosacos? Como si el edificio estuviera en llamas, como si estuvierais persiguiendo a un caimán de 5 metros ¡Cómo si no tuvierais otra cosa mejor que hacer! La noche es para dormir, para recuperar las fuerzas del cansado cuerpo del trabajo. Por favor, tened un poco de sentido común y pensad un poco en los demás seres que habitan en el mismo bloque.


Son solo seis de los muchos casos que rondan a mi alrededor. Espero que pronto haya otro artículo y que muchos se puedan sentir identificados conmigo y por supuesto, compartir vuestros casos en la cajita de comentarios

4 feb 2017

Rebeca [Libro]



Creo que serán muchas las personas que conozcan al tan reputado director Alfred Hitchcock y sus grandiosas hazañas en el cine, pero muy pocos lo que sepan que en realidad, el acierto de su magia se debía a que el guión se lo facilitaban los libros. Era el Rey del misterio por saber recrear un ambiente que te tenía toda la película pegado con el culo al sofá y los ojos secos de no poder parpadear, pero no crear historias originales.

Rebeca fue una de sus creaciones, pero después de ver tantas veces la película, le que querido dar una oportunidad a Daphne du Maurier ¿qué no la conoces? Pues la que primero le dio vida a Rebeca y de paso a Los pájaros.

Rebeca (1938)
Autora: Daphne du Maurier



Argumento:
  Ella era dama de compañía de una Señora rica a la que no soportaba, pero en Montecarlo conoce al reciente viudo Señor de Winter y tras pasar con él algunas mañanas, él le propone matrimonio y ahora ella es la Señora de Winter y Señora de Manderley, pero su inocencia e inexperiencia en el manejo de grandes casas hace incrementar su complejo de inferioridad y con ello, la sombra de la difunta señora de Winter parece residir con ellos en la mansión. Su recuerdo está en todos sitios a donde va.



Me ha parecido una grandísima obra de arte. Extraño de reconocer para el S.XX, creo que es un siglo donde quedan los últimos retazos de las buenas obras, lo que se define hoy como Clásico moderno  ya que este siglo me parece un autentico %¬&@··## en cuanto a cine, literatura y demás…

Creo tener la sensación de que este libro me ha causado la misma impresión de Matar a un Ruiseñor, pero no por las mismas acusaciones. Rebeca me ha causado el impacto de esta muchacha que se convierte en la Sra. De Winter, la nueva Señora de Manderley. Su forma de pensar, de actuar, de ver las cosas… creo que me sentido muy identificada, creo que si yo fuera ella, actuaría de la misma forma, iría penetrando en la obsesión que ella tuvo. Aquella febril fascinación por todo lo que Rebeca tocó, pensó… cada vez que miraba a su marido era como sufrir una apoplejía.
Pese a su irremediable tiempo de maduración por el daño causado, creo que al final del libro, sigue siendo en el fondo una niña y se comporta un poco todavía como la antigua muchacha que era. Os daréis cuenta de que es, una protagonista sin nombre, porque aquí solo cabe destacar ese nombre, donde la R es más grande que ninguna otra. Inevitable contraste entre ésta y la nueva Señora de Manderley.
 
El libro está entrañablemente bien escrito, no se deja nada por decirte, a través de los ojos de la protagonista lo observamos todo con sumo cuidado, su inocencia para con Ben a veces es para darle de bofetadas, pero por otro lado… es un dolor menos que tuvo que sufrir.

La Sra. Danvers… creo que me ha intimidado más en el libro que en la adaptación, a mí por mi parte de me ha dado más temor y la he aborrecido mucho, hasta el final y todo lo que ello conlleva. Supongo que discreparán conmigo todos los que digan que en la película da más terror, bueno, yo sinceramente he disfrutado mucho más de la novela en todos los aspectos. No me condenen.

He disfrutado mucho de la novela, de todos los giros finales en su totalidad, porque recordaba unos retazos de guión en mi cabeza después de ver la adaptación hace mucho. Ha cambiado hasta mi percepción de la historia y ha sido como no saber nada, porque las sorpresas que me llevado al final del libro han sido maravillosas. Menudos giros de guión, vaya sorpresas, a todos se nos quedaron la boca desencajada, sí sí, a mí y a los protagonistas.

Una atmósfera inquietante que lo envuelve todo, misterio, terror psicológico y un poco de romance en una medida nada empalagosa, solo necesario para la trama, sin duda. Una Inglaterra de los años 30 con todos sus convencionalismos que trata de la aplastante presencia de la que ya no está, pero que hace sombra a todos, que lo quiere todo y a todos bajo sus pies. Rebeca.





29 ene 2017

Cranford [Libro]


Cranford (1851-1853)
Autora: Elizabeth Gaskell
Número de páginas: 210       
Género: Costumbrista


Argumento:



A través de las solteras de este pueblo llamado Cranford, asistimos a los pequeños y grandes acontecimientos de los habitantes del pueblo. Gracias a estos acontecimientos, nos pueden enseñar el paisaje, la comunidad, la ambientación, cultura, costumbres, normas sociales… Es todo un retrato lleno de amor, humor, afecto, que con el telón de fondo de la revolución industrial nos muestra también los cambios que desean involucrarse en la sociedad.


Elizabeth Gaskell se remonta a los años de su infancia, en el pueblo de Knutsford y a los personajes que se convertirán en las protagonistas de esta deliciosa novelita de tan cortas páginas. Novela que parece estar siempre a la sombra de la gran obra Norte y Sur, pero que no tiene ningún desperdicio. Yo ve la miniserie de la BBC y estuve tan perdidamente enamorada de estas mujeres y sus formas de pensar y comportarse que, no ha podido ser hasta este momento en el que he podido leerme el libro. Como siempre, felicidades a la cadena que ha sabido hacer una bonita adaptación.

Nos encontramos en Cranford, en los primeros años del reinado de la Reina Victoria (Qué grandísima reina) y cuando la revolución industrial estaba intentando hacerse un lugar. Resulta que en este pacífico pueblo de Cranford, la buena sociedad está formada casi exclusivamente por mujeres, solteras además, con mucho tiempo libro para especular, chismorrerar, idear, planear, cuchichear, hablar por los codos, aconsejar… pero también para preocuparse las unas por las otras con el mayor afecto posible.

La narradora es Mary Smith y será a través de sus ojos que vamos a enterarnos de todas las cosas que pasan en Cranford. Multitud de historias de los habitantes del pueblo que a vista general, forman una sola historia Historias muchas veces disparatadas o extravagantes. Pero para nosotros, los lectores, nuestras protagonistas serán las hermanas Jenkyns, Matilda (Matty) y Deborah, pero en especial y sobretodo, Matty. La querida Matty, tan dulce, encantadora, siempre intentando hacer las cosas del modo más correcto. Sensible y tierna con todos. Pero dentro del viaje conoceremos a la Señora Pole , la Señora Jamieson, la Señora Forrester y otras con las que nos reiremos, nos hará enternecer e incluso alguna lagrimita se nos podría escapar. A veces el aburrimiento (o las ganas de hacer algo) pueden ser tan apremiantes que alguien quiera coserle un jersey a su vaca… para que no pase frío… por ejemplo…

La ingenuidad de estas protagonistas te hará reír, con sus historias presentadas bajo una capa de fina ironía (tan típico en las novelas británicas) Elizabeth rememora su infancia con cariño, pero también con una visión crítica de la vida pueblerina en la que se crió y educó durante años.

Los hombres de los pueblos, cuando tenían ya una edad, se marchaban a las grandes ciudades a trabajar, se enrolaban en la marina o lo que fuera necesario para no quedarse en el pueblo, pues eso solo lo hacían los de una casta inferior, hasta el médico estaba mal visto verse con él y solo el vicario estaba exento. De ahí que la campiña inglesa de esta novela esté compuesta básicamente de mujeres. Todas con un nivel de vida medio, lo suficiente para sobrevivir y ahorrar un poco, pero no lo suficiente como para ir de forma lujosa, así pues, todas intentan disimular esa falta de un modo u otro entre ellas, para justificarse del por qué no llevan vestidos de seda. Porque en un pueblo, las apariencias son fundamentales,

Elizabeth Gaskell emplea un uso del lenguaje sencillo que, para el año en que se publicó, no se hace nada pesada. Entiéndase en el contexto histórico, no vamos a ver aquí reflejada, por muy sencilla que sea, una narrativa del tipo actual. Es amena, cada capítulo una historia, atrapa al lector. Es uno de esos clásicos que a día de hoy no lo podrías mirar y pensar: “Seguro que esto lo entendía la gente de antaño, pero yo hoy no lo entiendo y me aburre”. No, eso no te pasará con Cranford.


Charles Dickens fue el impulsor de esta novela. Incitó a su amiga Gaskell a que se animara a escribir sobre el pueblo de su infancia y por eso ella le otorgó unas líneas en su libro para nombrarlo. Así pues, se desarrolló en entregas periódicas del Household Words (muy típico de la época) que comenzaron en 1851 y acabaron en 1853, que fue cuando finalmente se editó en un solo libro, por cierto, revista que era dirigida por Dickens y bueno, quién mejor que Dickens para recomendarte este pedazo de obra. ¡Manos a la obra, chicos!






16 dic 2016

¿Qué haría Jane Austen? [Libro]



Viajando desde mi blog hacia este libro que a su vez, también se da un viajecito por el tiempo, creo que merecía mi atención para reseñarlo por un valor general de sentimientos que me ha dejado la lectura al finalizar. Una sonrisa en los labios y una nueva experimentación sobre la que, he considerado, buena caracterización sobre la realidad de nuestra protagonista Eleonor Pottinger, 200 años antes de todas sus comodidades, pero empecemos por el principio.

Si habéis visto primero la adaptación de Austenland, veréis un gran y enorme parecido con este libro y es que sucede que nuestra protagonista Eleonor, es una chica normal que ama Jane Austen y sus obras, las ha releído mil veces, ama a Fitzwilliam Darcy (cómo la inmensa mayoría en la que yo no me incluyo) y desearía poder viajar en el tiempo para vivir en la Regencia y conocer a esta gran autora. Ha sufrido un gran desengaño con su novio, pues no era lo que ella esperaba acabando así su relación, con una infidelidad muy dolorosa para ella. Todo este cúmulo de cosas consigue en ella despertar su gran necesidad de alejarse y desconectar, por lo cuál, decide registrarse en una convención sobre la regencia y pasar una semana en un lugar apartado para vestir y comportarse como una más de la época, aprovechando de esta manera que ella es una profesional de la costura, para diseñar más trajes sobre su época favorita.


El malentendido viene a manos de la muchacha de recepción que asegura, que su nombre no está en el listado y por lo cuál no le puede dar una habitación en el hotel porque está todo lleno, pero la verdad es que la joven muchacha se olvidó de apuntarla y para ser perdonada, le ofrece la única habitación que le queda, la que nadie quiere, la que única de la que todos huyen porque dicen estar encantada por dos fantasmas. Eleanor es una chica sensata que no cree en esas tonterías, acepta la habitación con tal de vivir su mayor y mejor experiencia en una falsa regencia, pero cuando despierta de su primera noche encuentra a dos chicas vestidas de la regencia sentadas a los pies de su cama contemplándola. Ellas, Mina y Deirdre, aseguran ser los fantasmas que todos ven, pero Eleanor solo puede pensar que es una buena representación del hotel para echarla y que no les denuncie por no apuntar su nombre en la lista desde el primer momento.

Eleanor Pottinger solo quería dormir un poco más, pero las dos hermanas no dejaban de hablar y de discutir sobre la forma en que podían convencer a Eleanor de que viajase en el tiempo para ayudar a sus antiguos yo a no ser seducidas por Lord Shermont y de ese modo evitar la muerte de su hermano Teddy. Eleanor al final accede, cediendo en la broma que ella cree que era, con la condición de que pudiera conocer a Jane Austen en persona y hablar con ella. Y así pues llegamos al momento en el que Eleanor encuentra la paz en la habitación, consigue volver a dormir y al despertar… todo está cambiado a su alrededor.
 
Así, a grandes rasgos comienza todo. Ya no recordaba la sinopsis que mi marido de leyó, así que me sorprendió encontrar en un libro que para mí, iba a resultar de lo más normalito, un misterio entre sus páginas ¡Pero lo que sí que no me esperaba yo es que tuviera escenas de sexo explícitas! Dado que el tema era de Jane Austen, yo ya iba con la mentalidad de que sería un libro más bien decoroso, pero mi mente tampoco podía saber lo que más adelante me iba a encontrar.

Lo mejor: De todos los libros que he leído ambientados en épocas pasadas, es el primero (y es un dato del que he disfrutado muchísimo, pues días antes había dado la casualidad (aunque no creo en las casualidades) de que habíamos estado mi marido y yo hablando sobre a qué época nos gustaría viajar en el tiempo y hablar sobre las ventajas e inconvenientes) en el que he podido leer casí con pelos y señales, la incomodidad real de la protagonista al viajar a un tiempo donde el agua no es corriente, donde la orina se echaba por la ventana, donde el hedor de las personas que no se bañaban se intentaba camuflar con litros de agua de colonia. La peste que había en la ciudad, la incomodidad de las ropas y hasta el asco de bañarse en una bañera de agua ya usada por la persona anterior. Me lo creído totalmente, es una buena caracterización de lo que podría sucedernos si viajásemos, como mínimo, a la regencia. La conclusión que tuvimos mi marido y yo (y este libro refuerza mi teoría) es que, por mi parte, solo viajaría en mis sueños a largo plazo y a corto plazo en la vida real, solo para un día, sería en la vida rural y en una familia de buena posición.

Lo peor: Por mi parte, que tengo siempre frescas las novelas de Jane Austen, me ha resultado bastante fastidioso encontrar a cada guiño de sus novelas, una aclaración de esta que va dirigido a los que no se han leído los libros. Empezaba sonriendo al encontrar un guiño y luego una mueca de fastidio al encontrar la aclaración porque sinceramente, me sacaba de la novela para recordarme por segunda vez lo que yo ya sabía. No lo he podido evitar aun pensando que habría gente que leería el libro sin ser fan de Jane Austen.



3 dic 2016

Edenbrooke [Libro]








Estoy en mi cama, con el portátil sobre mí y una buena almohada mullida en mi espalda. Delante de mí tengo a mi marido que está en su ordenador. Lo miro con un brillo incandescente en la mirada, con el dulce sabor de su amor sobre mi piel y sonrío anticipadamente, siempre consigue ese efecto sobre mí, que sonría antes de tiempo con solo mirarle. Me siento tan complacida del amor que me da que el libro que acabo de terminar solo ha incrementado mi sensación explosiva por seguir soñando con otras historias, con otros personajes, en distintos lugares del mundo imaginable y no imaginable. Un amor imperecedero, que se va cociendo poco a poco, con tiernas y risueñas conversaciones, a veces con expresiones graves y de incertidumbre. Con bromas y risas; con malos entendidos y lealtades al honor caballerescas hacia la dama a la que se ama. Edenbrooke… he ido y he regresado de Edenbrooke y una parte de mí se ha quedado allí junto a Marianne y Philip.



Edenbrooke (2014)
Autora: Julianne Donaldson
Número de páginas: 417
Género: Romántica-histórica-blanca


Argumento:
  Marianne Daventry es una joven de 17 años que se siente tan atrapada en una ciudad, como es Bath, donde ella se siente tan insatisfecha, con un caballero que le dobla la edad que insiste en cortejarla y que a ella le da tanta repulsión que ha olvidado dar vueltas… Por suerte, una carta de su hermana le llega anunciando que está también invitada a la residencia solariega de su grandísima amiga Louisa. Marianne vive con su abuela en ese momento y ésta la deja marchar con la condición de que Marianne aprenda a comportarse como una auténtica dama elegante y refinada, como lo es su hermana melliza Cecily, pero antes de llegar a su destino, su carruaje es asaltado…



Que portada más preciosa, por favor, las dos que voy a exponer aquí. No se cuál de las dos me gusta más y en cuál de las dos me gustaría ser esa chica que va de espaldas adentrándose hacia su futuro.

Es totalmente lo que parece, una historia de siempre sin un gran misterio que resolver y si añadimos el ingrediente de que es del género del romance ya te puedes hacer hasta la idea de cómo va a acabar y si para colmo de males te has leído el argumento de ahí arriba, ya sabrás también quién será el apuesto caballero que se fijará en nuestra inocente y joven protagonista. ¡Pues si! Te voy a decir a todo que sí, pero hay amigo… no es lo mismo leerse un argumento y hacer ideas preconcebidas de cómo será el libro, que leértelo. Esto es otra historia. Es la primera novela de Julianne y madre mía… vaya bombazo de poesía con olores a clásico, con una traducción muy cuidada. Un velero llamado romance sobre un intempestivo mar llamado misterio.

Todo comienza en Bath en 1816, pero antes de ir allí, Marianne ha perdido a su madre en un terrible accidente y su padre herido por la pérdida solo quiere huir por lo que, manda a sus hijas a distintos lugares y él se va a otro. Marianne es enviada a Bath con su abuela y su tía Amelia y su hermana melliza a Londres a vivir la temporada, a rodearse de la alta sociedad y en esencia, a cazar un marido. Nos situamos en el periodo de la Regencia (el mismo que vivió Jane Austen) y Marianne lleva tanto tiempo sin la frescura del campo que ha olvidado ser feliz. Detesta al Sr. Whittles  y su acumulación de babas en la boca, su apretado corsé y los horribles poemas que éste se empeña en escribirle. Echa de menos su hogar, su hermana, su padre, su difunta madre y dar vueltas bajo los árboles, eso decididamente no es apropiado para una dama elegante, pero consigue por fin respirar cuando recibe una carta de su hermana anunciando que ella también ha sido invitada a Edenbrooke, residencia de los Wyndham. Su abuela, que solo desea lo mejor para ella se lo permite, pero con la condición de que ha de escribirle con frecuencia contándole qué es lo que está aprendiendo de su querida hermana para ser como ella, una hermosa y elegante dama. Marianne marcha junto con su doncella Betsy y cuando anochece, un disparo las despierta, alguien entra en el carruaje, disparan a su cochero, le roban su medallón… ¡Han asaltado su carruaje! Mal heridas les toca llevar a cuestas al cochero que parece herido y está inconsciente dentro de la cabina y Marianne se ve en la obligación de dirigir a los asustados caballos hacia algún punto de luz hiriéndose las palmas de las manos, hasta que se detienen en una posada para pedir ayuda. Allí conocerá a un hombre del que solo sabrá su nombre y le hará experimentar extraños sentimientos en su inexperto corazón ¡Aquí comienza todo!
No sé cuál de las dos portadas me gusta más.

Vi cómo los labios de Philip esbozaban una sonrisa al mismo tiempo que los míos. Se inclinó un poco hacia delante.

- Prometo no amarla por compasión –murmuró
Me ruboricé ante la idea de pronunciar las palabras prometo y amar en una misma frase… dirigida a Philip. Sin embargo, tenía que devolverle la promesa o estaría siendo muy descortés.
- Y yo prometo no amarle por su fortuna.

Es maravillosamente entretenido, me ha hecho reír, no podía soltar el libro y me ha robado horas de sueño por no poder abandonarlo, pero me era imposible no seguir para saber cómo le iba a Marianne y a Philip, que por cierto, que hombre tan encantador… Me he enamorado del modo en el que Julianne ha descrito el carácter de este apacible hombre, el modo en que le vibraban los labios para evitar no reír, sus bromas, sus indirectas. Conversaciones y más conversaciones en la biblioteca, a caballo, en la cena, sobre el césped, en la galería de cuadros, en la posada. Que preciosa velada la de la posada, donde cada uno pudo ser uno mismo, sin títulos, sin formalidades, sin restricciones. Ha sido una deliciosa manera de cocer a fuego lento un amor inmortal. Podemos conocer en profundidad al personaje de Marianne, sus dudas, incertidumbres, la lealtad a su hermana, el descubrimiento de sus sentimientos, el como va encajando piezas, el desvelo del misterio sobre la identidad de Philip. Me han parecido unos personajes muy reales, aunque el mayor pero que le encuentro es, que Marianne es demasiado madura para tener solo 17 años, por eso es que a veces se me olvidaba, lo cual no me ha importado porque eso solo la ha hecho más cercana a mí.

Cuando Julianne Donaldson comenzó a describir Edenbrooke en el libro, simplemente me quedé sin palabras… Edenbrooke tenía todo cuando una persona podía soñar, para cualquier amante de la naturaleza, para esconderse entre los árboles, para refrescar los pies en el río, para pararse sobre el puente de piedra que hay sobre él, para pasear… De hecho, Edenbrooke existe, no quizás con ese nombre, pero sí la localización en la que la autora se basó. Puedo imaginarme a Marianne, la que siempre ha vivido a la sombra de su perfecta hermana, dando vueltas bajo esos maravillosos árboles siendo ella misma.

El libro me ha absorbido, hacía muchísimo tiempo que una novela romántica no me dejaba tan exhausta, añorando más, sintiéndome triste al ver que las páginas se me iban acabando. Marianne no es la chica refinada de los títulos románticos clásicos y Philip me ha sorprendido en todo momento, yo me iba esperando una reacción y él me dado otra, siempre imprevisible. Existe un amor tan puro entre ellos que solo se sienten dichosos cuando están juntos. Delicioso… si el libro pudiera comerse, sería mi plato favorito.

En definitiva, Edenbrooke es una novela romántica de tipo clásico (o cómo he leído por Internet: A proper romance)  donde también hallarás un poco de misterio, aventura, pretendientes, risas, de personajes muy bien elaborados. Una lástima que el segundo libro que sacó no me fascinase tanto como éste.





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