Semana Santa (y el marido)

 

De reflexiones con el marido en estos días de fiestas religiosas, me hizo reflexionar en algunas cuestiones que no había caído antes y es que, tener a una persona no seguidora de Jesús a tu lado, en muchas ocasiones, te hace pensar en su punta de vista. Mi marido es, el que en muchos momentos de mi vida, hace que refuerce mi fe en mi único Dios.

He escuchado muchas veces, de distintas personas, que no comprenden la manera de pensar y funcionar que tiene Dios y eso los hace apartarse de conocerlo. ¿Tres personas en una, pero que son lo mismo, pero que están divididos al mismo tiempo con su propia manera de actuar y que tienen el mismo objetivo, aunque tengan diferentes roles...? ¡What! Cosas como la Trinidad son las que nos vuelan la cabeza intentando comprender. No te preocupes, está bien el no entenderlo. Sin embargo, son este tipo de cosas a los que, a muchos, hace que se alejen de Dios, aún sin intentarlo apenas porque no lo comprenden, pues parece que no tienen lógica humana. Eso está bien también, eso es porque Dios no es como nosotros, por eso no lo entendemos, pero lo que venía a decir es que, el no entender a Dios  muchas veces, el pensar que no tiene lógica, no hace que mi fe flaquee y me aleje, sino que me da más curiosidad y me asombra al ver en qué tantísimas maneras Dios nos excede, porque claro, sino no sería Dios, sería una persona más.

Aunque mi padre y mi madre me abandonen,

tú, Señor, te harás cargo de mí. —Salmos 27:10

Me estaba comentando el marido lo superficial y feo que el día de la crucifixión de Cristo, las personas estén de fiesta. Me decía: "Cuánta ignorancia hay" Desde su punto de vista, tiene razón al pensar que, por ejemplo, en nuestra cultura es un momento solemne, triste y de mostrar compañía a la persona que ha sufrido una pérdida. ¿Por qué aquí estamos de fiesta? Esto me hizo pensar queriéndole dar una respuesta. "Es normal, ya se hizo en su día" fue lo que le dije.  

Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey,  una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.. — 1 Pedro 2:9

Vámonos a la época de Jesús para comprender el comportamiento de hoy. Jesús era judío y los mismo judíos fueron lo que pidieron su crucifixión. Era tal el odio que le tenían, muchos instigados por los líderes religiosos de la época, que prefirieron soltar a Barrabás, un auténtico criminal antes que soltar a Jesús que no había cometido ningún crimen carnal. Repito, carnal (aunque tampoco espiritual, pero eso tampoco lo vieron los demás). En sus enseñanzas, Jesús apuntó en todo momento que la gloria se le debía de dar al Padre, que había que perdonar al que te había tirado la piedra; amar a la persona que había condenado a tu hijo a muerte; que no debías de ser una persona religiosa como lo eran los fariseos; que debías de pensar primero en tu prójimo antes que en ti mismo; que la venganza se la dejáramos al Padre para que nos defendiese de manera justa; mostrar misericordia por el pobre; doblarte y agacharte para servir a tu prójimo para no sentir en algún momento que vives en un escalón por encima de nadie.... todo esto y más fue el crimen que Jesús cometió. Jesús condenó siempre nuestra naturaleza pecaminosa, pero no sin darnos una esperanza y una solución. Él siempre da esperanza y solución a nuestros problemas. Su gracia en la cruz.

Pero olvida todo eso;

    no es nada comparado con lo que voy a hacer.

Pues estoy a punto de hacer algo nuevo.

    ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves?

Haré un camino a través del desierto;

    crearé ríos en la tierra árida y baldía.

 

Isaías 43:18-19

¿Crees que es fácil hacer todo esto que dijo Jesús? Te propongo, solamente,  24 horas intentando cumplir con todo esto. Te garantizo al 100% que no habrá pasado ni una hora antes de que hayas roto con tu compromiso. ¿Te das por vencido y te rindes entonces a tu naturaleza y das rienda suelta?

Otra cosa le dije al marido: "La Semana Santa no es para festejar la crucifixión de Cristo (para acabar con esa persona que tanto daño nos estaba haciendo y qué tanto nos estaba cortando las alas para hacer lo que quiera, con quien quiera, donde quiera y como quiera) es para festejar lo que nos regaló con su resurrección" ¿El qué? La solución de la hablaba más arriba. La manera de luchar contra nuestra tendencia pecaminosa a que nuestro egoísmo nos domine. Cristo nos regaló al morir Su Gracia y su Espíritu Santo. Los medios para vivir una vida, no libre de pecar, pero si de no vivir pecando como un estilo de vida. Aceptar estos regalos es aceptar que, cada vez que peques, Él te lo hará saber para rectificar y pedir perdón y seguir. ¿Seguir a donde? Seguir siendo moldeados a la imagen de Jesús, parecernos a él en sentimiento y pensamiento para actuar como la única persona que caminó por la tierra sin cometer ningún pecado y reflejando la perfección en la tierra.

Pero en aquel día venidero,

    ningún arma que te ataque triunfará.

Silenciarás cuanta voz

    se levante para acusarte.

Estos beneficios los disfrutan los siervos del Señor;

    yo seré quien los reivindique.

    ¡Yo, el Señor, he hablado!

 

Isaías 54:17

La Semana Santa es también el recordatorio del deseo de Dios por estar con nosotros ¿sabías eso? Es un sentimiento precioso que encoge mi corazón. ¿Tú has visto la maldad que hay en el mundo? ¿La de cosas que entre unos y otros nos hacemos daño? ¿Cómo Dios que se define como el amor personificado en su Hijo Jesús puede estar con seres tan miserables como nosotros? Esta es otra de esas cosas que no entiendo de Dios, pero está bien. Eso solo me hace acercarme más a él. Si él quiere estar conmigo cuidándome pese a lo que yo soy, lo único que puedo hacer para responder a ese gran amor, es amarlo a él de vuelta. Desde el Antiguo Testamento vemos como levantan tabernáculos pedidos por Dios, para que él pueda habitar en medio de su pueblo. Dios siempre ha deseado tener una relación de Padre e Hijo con nosotros. Jesús vino y tuvo una relación de amistad con los que quisieron estar con él, porque eso sí, Dios no obliga a nadie a estar con él. ¿Por qué nos creó? Por amor. ¿Por qué escogió a la nación más débil, Israel. Por amor. ¿Por qué Dios elige siempre a los más débiles y marginados de la sociedad para elevarlos? Por amor. ¿Por qué murió en la cruz? Por amor a ti. Por salvarte de la esclavitud del pecado. El precio de nuestro rescate fue esa cruz y no pide nada a cambio. Solo tu corazón.

 En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.

¿Cómo no voy a servir a un Dios que dio su vida por mí? Es por eso que no festejamos su muerte tanto como su resurrección que nos dio vida eterna con él y una vida llena de gozo. Esta es la Semana Santa que deberíamos de celebrar.

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

 

1 Juan 4:19