Salmos 119: 1 [Los perfectos de caminos]

Muchas veces he oído que sí lo haces todo bien, que si quieres ser una "buena persona" y que quieres ir al cielo,(Además de insultarte y menospreciarte diciéndote que eres una santa, una purista, una sosa...) tu camino en la vida, no solo será aburrido, sino que será un desperdicio de vida y que te morirás sin haber "vivido la vida" (Irónico que me critiquen esto, tan fervientemente, cuando parece que ellos no viven felices la suya, haciendo lo que me están diciendo que haga, si tú no lo haces también con ellos. Hay una extraña conexión en el ser humano que hace que sea feliz haciendo lo malo con más personas. Pareciera que haciéndolo solo escucha más la conciencia... Selah)

Después de mucho tiempo, leyendo un comentario bíblico al respecto de este primer capítulo de este salmo tan largo (el capítulo más largo de la Bíblia) Me he dado cuenta de que, al final de todo, yo sigo viviendo mi vida como quiero y como creo que es la mejor manera de vivirla (no sin mis esfuerzos diarios de tropezar lo menos posible, con la ayuda del Señor, para parecerme más a su perfecta imagen) Y después de tantos años ¿sabes qué pienso? No te voy a decir, como una expresión dolorosa y envidiosa de rebeldía que no, que mi vida no es para nada aburrida, que no me arrepiento de lo que estoy haciendo, que mi conciencia está muy tranquila y que no tengo envidia de los que hacen de su vida "un lugar más interesante".

La Biblia (y ahora me podrías hablar de otros libros "similares") me enseña mucho, mucho, de la naturaleza humana (pero la pregunta es ¿los has leído solamente o te has esforzado por aplicarlo a tu vida) y he llegado a la conclusión de que es tú vida la aburrida. ¿Te has sorprendido? ¡Tú! que te has destrozado los oídos en la disco cada fin de semana, que has tentado a la suerte probando el "amor" en los brazos de diferentes personas cada vez que te surgió la necesidad. Qué podrás contarle a tus nietos las batallitas de lo que es arriesgar tu vida, con litros de alcohol, en un cuerpo que no fue diseñado para aguantar eso y  despertar con una resaca y el sabor a vómito en la boca. Que no te importó pisotear a personas de tu alrededor, mentir o sacrificar horas de tu familia para llegar al puesto ejecutivo más alto de tu empresa por prestigio, caché y dinero.

¿Sigues pensando que tu vida es más interesante que la mía por que tuviste vivencias que le dieron "chispa" a tu vida?. Te has creído el concepto erróneo de que, sentir adrenalina es sentir la vida, te hace sentir vivo y por eso parece que la estás aprovechando como debes y que quitarle lo perfecto a la vida es "vivir la vida" porque una vida "perfecta" (según tú) es aburrido, pero ¿no está todo el mundo, acaso, buscando lo perfecto? La boda perfecta, el marido perfecto, la familia perfecta, la casa perfecta... ¿Qué pasa entonces? Que esa perfección se consigue mediante una vida con orden, pero es más fácil dar rienda suelta a lo que "el cuerpo te pide" en cada momento, sin restricciones ni morales, ni éticas o ser dominado por tus emociones (provocando catástrofes con un carácter violento que te niegas a dominar)  que luchar contra tu propia naturaleza que te impide, con facilidad, hacer el bien a cada minuto del día mientras buscas esa perfección que tanto ansía todo el mundo. Pero quitándole el elemento de esfuerzo, paciencia o disciplina, no se llega a esa perfección. Bueno, esa soy yo.   

¿Por qué mi vida es aburrida para tí?

Te reto a que pases una temporada cumpliendo con las normas que nadie sigue y que se pusieron en su día por una razón y no, no fueron para fastidiarte (de velocidad, morales y éticas, como son el mentir y decir la verdad con amor o no pensar en otra mujer que no sea la que ya tienes. No pensar mal de nadie y perdonar al que te hizo daño. No engañar al estado con trabajos sin contrato mientras recibes el salario del paro...)

Con la ayuda del Señor, puedo hacer todas estas cosas, aunque no a la perfección, no olvidemos que la perfección bajo el cielo no existe, pero esforzarte para alcanzarla te aleja de lo contrario. Sin Él no puedo, porque no está en mí sino hacer todo lo contrario (que a la vista está, todos me daréis la razón cuando es la gran extensa mayoría quien lo hace, la facilidad con lo que lo hacemos. ¡Qué sencillo es apretarle al pedal para pasarte de 120 km/h! O qué sencillo es decir una bordería antes que algo bonito a alguien que te cae mal)

¿Por qué hago lo que hago?

Primero que nada, porque si quiero recibir los beneficios de Dios, tengo que obedecerlo (Me gusta usar el ejemplo de que cuando vivía en casa con mis padres, si yo les obedecía, yo tenía casa sin pagar facturas, tenía mi propio cuarto y mi madre me lavaba la ropa...) Lo segundo, porque es lo correcto y hay una gran satisfacción que surge en ti cuando haces lo correcto. Y lo tercero, porque no dañas a nadie al hacerlo, sino que beneficias y es un beneficio recíproco.

Las personas buscan "La perfección" en sus vidas, a menudo, sinónimo de "Felicidad"

 

Bienaventurados los perfectos de camino -- Salmos 119:1

 

Bienaventurados, dichosos, felices, los perfectos de camino. ¿Dónde está esa perfección? Pues, de seguro, te diré que no está en romper dicha perfección de tu vida para vivirla de modo que tu digas a los demás "no estás viviendo la vida" porque ese "vivir la vida" no es el romper las normas, el ser infiel a tu pareja, el gritarle a tu padre, maltratar a tu cuerpo con comidas y bebidas que lo dañan o ser llevado por tu egoismo. "Vivir la vida" no es hacer lo que quieras, como quieras, con quien quieras y donde quieras porque ahí no hay ningún sometimiento, salvo a tu propia satisfacción carnal, pasajera y vacía y poco te importa si, para conseguirlo, dañas alguien a tu paso. "Vivir la vida" no es decir la verdad o lo que te pasa por la mente de cualquier manera "quitando la tirita de golpe" porque sigues hiriendo a la otra persona, porque no lo has hecho con amor, sino con "¡Yo es que soy así, lo que pienso lo digo!" 

La bendición de vivir una vida plena no se encuentra en nada de lo dicho anterior que tú consideras como "una buena vida" porque, en tu propio egoísmo, de vivir tú vida como quieras ¿a cuántas personas habrás herido a tu paso sabiéndolo o no por conseguir lo que querías? No, la bendición se encuentra en los que caminan con base a un amor no egoísta, el mismo amor que derrochó Jesús en su paso por la tierra. De este tipo de amor humilde que Jesús nos enseña, es que nace todo lo demás. La rectitud, la integridad, el pensar  en los demás, el deseo de obedecer y someterse a las autoridades y leyes. La paciencia, la misericordia, la piedad, el perdón, la empatía, la felicidad genuina por los logros de los demás y el llanto sincero por el que está sufriendo. El amor al servicio y el sacrificio hacia los demás. Recibir todo esto de alguien es pura felicidad, nos conmueve, nos hace estar bien, pero no podemos quedarnos haciendo nuestra "buena vida" esperando solo recibir estas cosas. Si todos nos quedamos sentados esperando recibir, nadie recibirá y si todos nos levantamos para dar, todos estaremos cubiertos de estas bendiciones.

Pero este es el camino estrecho que nadie quiere, porque este camino te impide vivir de manera que tu carne quiere. Haciendo, o mejor dicho, intentando cada día hacer esto, te impide "vivir la vida, tío" ¿Por qué pasar por la vida pensando que tú eres el centro del escenario, esperando constantemente que el foco te enfoque a ti y peleando para que no te roben el papel principal, pudiendo bajar a las gradas y ayudar a los cojos, ciegos y enfermos que no pueden subir? (o que no les dejan subir)

Este es el camino correcto que Dios ha preparado para perfeccionarnos mientras andamos en él. Para limar nuestras asperezas los unos con los otros, como el roce de dos piedras que constantemente hacen fricción para ser alisadas y para que cada vez sean menos las veces que salten las chispas. Ablandar nuestros corazones, endurecidos por el egoísmo, para escuchar la voz de Dios en nuestra conciencia diciendo que hay más personas, a parte de ti mismo, que necesitan de tu ayuda. Encontrar las bendiciones y recompensas en la obediencia, porque Dios recompensa al que obedece sus mandatos y viniendo de Dios, no son bendiciones pequeñas, te lo aseguro.

 

Uf... yo no se tú, pero yo no veo este camino, un camino aburrido. Pero claro, mi camino requiere de trabajo, esfuerzo, de poner mucho de mi parte, de someterme a alguien por encima de mí y obedecer. ¿Crees que es fácil este estilo de vida cuando el resto del mundo te anima, alienta y empuja a pensar que si mientes no pasa nada, robar es necesario, todo el mundo lo hace. No es mi problema ser infiel porque nuestro amor había muerto hace mucho, si sigues perdondando es porque eres tonto...? No. Te aseguro que los salmones subiendo cascadas lo tienen más fácil que yo.

No te expongo esto como una queja, no me arrepiento de vivir así y le pido a Dios que me siga ayudando a ser cómo él, porque ya he vivido tu vida y no me satisfizo como la que tengo ahora en Jesús.

Los caminos de la perfección no están en lo material, si no en lo espiritual.

Pero la recompensa de lo material, no solo es más alentadora que lo espiritual, porque es visual, sino que, encima, es más rápido comprar de internet un pantalón que caminar en humildad, pues lo primero te puede llevar una espera de un par de días y lo segundo te puede llevar toda la vida, además de que tienes que cultivar paciencia, disciplina, esfuerzo y compromiso para conseguirlo. Eso lleva más tiempo que comprar un pantalón. Cuando andamos buscando siempre lo inmediato y superficial, olvidamos lo de dentro y nos convertimos en sepulcros blanqueados.

 

»¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad. -- Mateo 23:27-28

 

 Pero por supuesto, no todo es sudar la gota gorda, luego está el otro lado de la moneda, porque todo esfuerzo tiene su recompensa y Dios recompensa a los que le aman. Disfruto de estar bajo la mano grande de Dios que me cubre en las tormentas, de grandes bendiciones, del cuidado del Dios Todopoderoso de mi vida, de su providencia, de su amor, de un futuro eterno con él...