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29 ago 2021

Ámate a ti primero para amar a los demás.


 

Ámate a ti primero para poder amar a otros como a ti mismo.

¿Eso es lo que dice la Biblia?


Cuando Jesús enseña esto, es que hay dos mandamientos:

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”—le respondió Jesús—.Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. (Mt 22: 37:39)

Pero la realidad de todo esto es que, vayas a donde vayas hoy y pongas el canal que pongas en la televisión y quieras disfrutar de la película que sea... las personas creemos (o más bien, nuestro corazón quiere creer) que amarnos a nosotros mismos es otro mandamiento más, o sea, que no son dos, sino tres.

¿Entonces, no me amo a mi mismo? Cuando lees una y otra vez la Biblia, o distintos pasajes de ella, te das cuenta de que la Biblia asume que las personas ya nos amamos demasiado. Recuerda que el pecado original fue el orgullo, el ponerse por encima de Dios, el ser mejor que el otro... hay multitud de veces en la Biblia escrito que las personas, de un modo u otro, muestran su superioridad hacia otro ser humano. Esto es porque nos amamos ya demasiado y no necesitamos amarnos más. (Y si no quieres leerlo en la Biblia, solo observa por la calle el comportamiento de los demás o mira como hemos llevado esta pandemia de bien)

El ser humano es una ser insatisfecho, siempre quiere más de lo que le gusta. De esta manera, piensa ¿cuándo estarás satisfecho de amarte y complacerte para poder amar a los demás con la misma pasión con que te amas? ¿Cuándo pararás de querer que te alaben para alabar a otros? ¿Cuándo es que dejarás que otros se lleven la gloria? ¿Cuándo dejarás de llamar la atención para dar de tu tiempo al de al lado? ¿Cuándo sentirás que está bien que alguien te rebase en inteligencia, belleza, astucia, talento...?

¡Pero ustedes han despreciado a los pobres! ¿Acaso no son los ricos quienes los explotan a ustedes, y quienes los llevan ante los tribunales? ¿Acaso no son ellos los que blasfeman contra el precioso nombre que fue invocado sobre ustedes?

Bien harán ustedes en cumplir la ley suprema de la Escritura: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»; pero si ustedes hacen diferencia entre una persona y otra, cometen un pecado y son culpables ante la ley. (Snt. 2:6-9)

 

Mira como Santiago aplica aquí el mandamiento. Hay personas pobres en la iglesia y hay quienes los menosprecian, sin embargo, a los hermanos que son ricos, los aman como ellos mismos. Yo a esto lo llamo favoritismo y esto solo quiere decir que están amando poco.

Entonces, está bien que amen como se aman a ellos mismos, porque Santiago sabe que se aman demasiado y aman muy convenientemente a quien quieren.


Esta es una, de las muchas, enseñanzas que me encanta de Jesús. Cuando algo no nos gusta y nos hiere en nuestro orgullo, corremos a darle la vuelta o a sacarle las 3 patas al gato para que me sea más conveniente, justo como hacían los fariseos y los líderes religiosos con la ley cuando les gustaba cumplirla porque les cortaba las alas de una libertad que hacía daño. Solo doblegando tu orgullo y quitándote de la ecuación es que podemos ver las grandes bendiciones de servir a los demás en amor servicial ysacrificial.

Conclusión: La Biblia no te enseña a amarte más. En cambio, te invita a amar a Cristo más para poder amar como él amó a todos los demás.

 

 Instagram: @alesura

 

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