Este blog funciona mejor con
Google Chrome

27 dic 2020

Me satisface ♥ 2020

Me satisface el volver a presentarme delante de la pantalla de mi ordenador, con esta sección abandonada, a ordenar mis pensamientos respecto a este fatídico, para unos, me supongo que no tan fatídico para otros (sin mención de nadie) año.



Quiero empezar dándome un premio, sí, sin que sirva de precedente y sin que sirva para alimentar demasiado mi ego, pero este año hice algo totalmente nuevo para mí, en realidad, este año me ha regalado muchas cosas nuevas a experimentar, cosas que no he terminado todavía y que todavía mucho camino me queda por recorrer, pero el comienzo ha sido ya excitante y doloroso de por sí. Muchos sentimientos encontrados.

Déjame decirte de qué estoy hablando. Estoy segura de que si eres fan de lo moderno, si pasas 15 horas navegando por Youtube, si eres chica, te gustan las cosas "cute" y "kawaii" y no te gusta quedarte atrás en lo que los demás hacen... estoy casi segura de que te sonarán las palabras "Bullet Journal" ¿me equivoco? Espero que no, sino, déjamelo en los comentarios que eras tan ignorante como yo hasta que empezó este año.

Bueno, viendo la fama y fortuna que se estaba generando con este tipo de libretas, pues me llamó espantósamente la atención y decidí ver, no uno ni dos, sino unos tropecientos videos de cómo hacer tu propio Bullet Journal, para qué servía, qué meta tenía el elaborar una libreta así y demás fines. Y me llamó poderosamente la atención la idea, yo amante de las manualidades, pero no tenía modo de adaptarlo a mi vida, por entonces allá en Enero de comienzo de este año pues, ni trabajaba, ni tenía tantas citas médicas, ni tenía tantas metas por delante qué cumplir, ni ideas que apuntar para hacer vídeos, como todas las que salían en Youtube, y yo me decía "¡Quiero hacer ese tipo de agenda! pero ¿cómo?"

Resulta que, por una vez, agradecí las recomendaciones en Youtube y de un vídeo a otro me saltó el título de "Bullet Journal bíblico" ¡Wow, It blew my mind! Ya tenía por fin la idea en mis manos, por lo que ahora gasté horas y horas en volver a tragarme videos y videos de cómo organizar esta agenda espiritual y en Febrero ya tenía yo todo dispuesto para empezar. Y ahora, retomando el tema de darme un premio... gracias a esta libreta, a lo largo de este año he recogido mucha información del trayecto y el rumbo que ha tomado mi vida en estos 12 meses y ha sido un regalo del cielo esta idea, pues, creo que ha sido el año más apropiado, especial, denso e intenso para recoger todas mis vivencias en una libreta y revisarla después con mucho agrado y gratitud. Ahora con esa libreta, echo la visto atrás y puedo ver un claro recorrido de mi vida en este año y puedo decir a diestro y siniestro que: he evolucionado.

Si hay algo que hablo mucho con mi marido cuando nos ponemos a filosofear de vez en cuando es, que no me gusta pasar por la vida viendo las cosas y siendo indiferente. Quiero aprender, quiero saber, quiero mejorar como persona, fijarme en mi Maestro para saber quién quiero ser, a lo que quiero llegar a ser, lo que quiero conseguir.... ¡Todo!  Este año ha sido un viaje muy intenso para mí y mi evolución ha sido notoria. Sabes que has cambiado cuando la gente de fuera te lo nota, te lo dice y me hace sentir agradecida y orgullosa de haber conseguido algo tan importante para mí. Quizás no del modo en que me hubiera gustado, pero para hacer cambios, tienes que mover las cosas de sitio ¿no? Eso fue lo que hizo Dios en mi vida este año, moverlo todo en mí, descolocarme para volver a cuadrarme como él quería.

A journey to the past.


Confieso, admito y no puedo negar, que he acabado el año siendo una persona muy diferente a como cuando empecé y solo puedo decir que fue a mejor. Otros dirán que fue a peor, cada uno mide con su vara de medir, claro está.

¿Cómo he cambiado? Este año lo he dedicado enteramente a hacer un viaje espiritual, dando un cambio a mi vida de 180 grados y eso ha afectado a todas las áreas de mi vida. Este año, a mediados de Junio, hubo una explosión en mi vida, en mi mente. Un terremoto que removió todo mi ser casi enfermándome físicamente, hasta que un día, concretamente durante una comida con mi marido en casa, tuve cierto sentimiento que en ese momento no pude definir porque mi concentración estaba en la conversación con mi marido. Cuando acabé, me fui a mi habitación, cerré la puerta y como acostumbro, comencé a buscar la presencia de Dios y de nuevo ese sentimiento me golpeó y lo supe. Había estado luchando contra  Dios por muchas semanas y el sentimiento que me vino fue de auténtica derrota. Me sentía vencía por Dios. ¡BAM! Ese fue el final de una vida y el comienzo de otra. Nada se hace de nuevo si no se rompe primero. Así me sentí exactamente. Y no fue hasta que le dije a Dios: "Haz de mí un vaso nuevo" que me sentí como una vasija que se rompía y que el Alfarero comenzó con el trabajo de moldearme otra vez, ahora a su deseo y voluntad y no a la mía.

Aparte del tema espiritual, en el cuál me he sentido añadida y añadida,  la pandemia también me ha privado de muchas otras cosas personales, pues la desgracia que a todos nos sigue tocando vivir y que sigue muy presente, aunque muchos se esfuercen en hacer vida normal y no, no pongo comillas, porque realmente hay personas que, sino fuera porque llevan una mascarilla en la cara (los que aún tiene la decencia de llevarla) parecería que estuvieran viviendo una vida muy lejana a la pandemia.  De sobra sabemos todos las muchas y difíciles situaciones que muchas familias están viviendo económicamente y sentimentalmente. Nosotros no hemos perdido a nadie, pero si hemos tenido familiares que han pasado por la enfermedad y de forma grave, pero gracias a Dios que salieron victoriosos de los hospitales.

 También hemos sido bendecidos doblemente, porque tanto él como yo hemos tenido y estamos todavía con trabajo. Gloria a Dios doy por ello, porque si ahora, algún familiar tuviera alguna falta, nosotros podríamos ayudar, como tantas otras veces ellos nos han ayudado a nosotros. La mano del Señor está sobre nosotros por su gracia, pues nuestros trabajos nos exponen mucho a este virus, él como cajero en un supermercado y yo como sanitaria, pero seguimos guardados bajo sus alas.


Después de tantos meses y años sin estar trabajando como hemos estado, ahora es duro combinar nuestros horarios, pero aprendemos a llevarlo (sin más remedio) con paciencia y a seguir ahorrando, porque no sabemos donde y cuando y cómo acabará esta pandemia al ritmo que España va cayendo.  Pero no sabemos el mañana, por eso, como hormiguitas, vamos guardando, porque la vida no acabará con esto, y no nos podemos aferrar a los "y si" si no lo sabemos, porque entonces siempre viviremos estancados. Sigamos soñando en grande...

 Ha sido un año de mucho sufrimiento personal, muchas lágrimas he derramado, creo que no he llorado tanto en toda mi vida a lo largo de un año. Cómo decía, la pandemia me ha privado de otras cosas y me otorgó con momentos no tan gratos de vivir. No pude viajar para ver a mi familia y saber que hay miembros que están muy enfermos, solo me hace sentir más triste. Darme cuenta de la falta que le hago a mi madre, es un golpe y una situación en mi vida que ya nunca voy a recuperar y que, para mi desgracia, sigo sin poder cambiar.

Las fiestas navideñas las he sentido con más nostalgia y pesar que otros años, pues otro año la tuvimos que pasar solos, mi marido y yo, y por mucho que nosotros estemos bien el uno con el otro y seamos felices juntos y que yo celebre mi Navidad cristiana todo el año, el mundo te impulsa a pensar en estas fechas también como algo familiar, y el peso de los años... pesa, el sentimiento de soledad se incrementa y el pensamiento de que es un año menos para estar con los tuyos, no lo hace más fácil cuando estás lejos.

Mi matrimonio se ha visto también zarandeado en varias e importantes ocasiones a lo largo de este encierro. Chispas saltaron, los roces se acentuaron y tuvimos que aprender muchas cosas de esas situaciones, para que no se vuelvan a repetir. También tuve que dejar de reunirme en mi iglesia, algo que me dolió y me sigue doliendo profundamente y que anhelo con fervor el regresar, como comida para un hambriento. Lo que se vive como Iglesia, no se vive solo, ni siquiera por videollamadas.

Mis búsquedas a la presencia de mi Padre y las oraciones se han incrementado mucho por la necesidad de su ayuda y toma de control de las situaciones vividas. La lucha espiritual ha sido fuerte y reñida, agotadora, pero satisfactoria. He visto oraciones respondidas, cambios, sanaciones interiores, paz y confort en las noches, victorias tras victorias... Siento que, el resumen de este año para mí, después de muchas penas, tristezas, pérdidas personales... ha sido un año de victorias. Es lo que más pesa en mí.

Te dejo además, dos recomendaciones de películas, si no las has visto ya:

El caso de Cristo (The case for Christ): Si dudas de tu fe, si crees que no tienes fundamento, si piensas que Cristo es una montaña de cartas sin cimientos, si te han dicho alguna vez que Cristo es una leyenda o un mito... Esta película aclará todas tus dudas.

Cuarto de guerra (war room): Si tu vida de oración e intercesión es fría o tíbia, esta película te ensañará a como batallar, contra quién debes batallar, las armas que debes de utilizar, tu posición en la línea de batalla y de como andar de victoria tras victoria.

Y te recomiendo un libro:

Cold-Case Christianity (Warner Wallace): Un detective de homicidios que trabaja en aclarar casos, una vez cerrados, donde los compañeros no puedieron resolver el crimen y de mucho tiempo atrás, dedica su gran experiencia en el terreno en demostrar la fiabilidad de los evangelios, la muerte y resurección de Cristo, tratando a los cuatro evangelios, como testigos de un asesinato, demostrando así, si sus documentos como testigos, son sinceros y válidos.


Cold-Case Christianity by J. Warner Wallace

Once upon a December



Estamos a Diciembre y las perspectivas para el año que entra son muchas. Sin entrar en generalizaciones de que, ya todos lo sabemos, queremos salud para el año que entra, algo que todos deseamos de todo corazón, yo también quiero salud para mí y los míos, pero mis ojos brillan al pensar en querer algo más.

Nunca he sido una persona ambiciosa, no he querido más de lo que ya tenía. He vivido y vivo en contentamiento material y planeo vivir de la misma manera, pero mi ambición no se va al terreno material, no al menos completamente. Tengo grandes deseos y grandes planes para el año que viene a nivel personal, espiritual y matrimonial. No sé si los conseguiré todos, pero le ruego al Señor que, si algo no he de conseguir, que él me ayude a aceptar las cosas como él las traiga a mi vida. Sin reproche, ni queja, sino con gratitud.

Soy consciente de que, quitando las horas que le dedico a dormir, las horas que le dedico al trabajo, las horas que le dedico al marido, la casa y demás, son pocas las horas que restan para otras cosas, pero ¿no es así como todos vivimos? No es una cosa que en realidad me preocupe, me robe el sueño o me angustie. No me asusta querer añadir más cosas al tiempo que me resta, si son cosas que me van a hacer feliz. Mi lista de metas y sueños para el año que viene, tiene hueco en mi mi vida porque, no me van a robar parte de mi tiempo, sino que van a formar parte de él.

Planes/Metas/Perspectivas.

* Seguir con mi Bullet Journal Espiritual, por supuesto, para seguir recogiendo y contrastando datos mes tras mes; ver como Dios contesta oraciones; ver lo que tiene preparado para mí y para mi matrimonio.  Recoger sus bendiciones y seguir aprendiendo a confiar y descansar en Él. Seguir poniendo en práctica, allá afuera, las cosas que Él me enseña en privado.

*Tengo en mente nuevos proyectos para mis estudios bíblicos, para seguir profundizando en la Palabra que Dios dejó aquí para conocerlo. Y también para conocerlo en otras especialidades.

*Quiero regresar a la iglesia. Me duele mucho no estar allí y la necesito en mi vida.

*Tengo sueños y nuevas metas que están en el aire. Deseos de respirar nuevos aires de cosas que no puedo hacer sola y que ya se irán determinando con los meses. Anhelo vivir nuevas aventuras, escribir un capítulo nuevo en esta vida. Abrazar otras responsabilidades.

*Hay miedos que tengo que aprender a dominar con las armas que Dios me ha dado. Pues no se puede vivir con miedo. No puedes dejar que te domine ni que te apoque. Con la cabeza bien alta y orgullosa de ser la hija del Rey.

Y de momento, creo es un resumen muy corto, aunque la lectura os haya sido larga, pero os aseguro que muchas, muchas más cosas han pasado en mi vida en este año. Cosas que no puedo escribir porque son personales entre Dios y yo, otras son personales entra Dios, mi marido y yo y las pocas que dejo por aquí están escritas en este artículo y en artículos anteriores a este de este año, los cuales podéis leer cuando queráis.

Bendiciones para todos. Deseo que el año que viene, Dios nos siga dando las fuerzas para seguir avanzando de su mano.

 

1 comentario:

  1. Ánimo. Ha sido un año duro para todos. Todo esto terminará tarde o temprano.

    ResponderEliminar

*O* Por favor... lee bien la entrada antes de postear.
♥ Gracias ♥

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...