Llevaba detrás del libro desde el mismo momento en que
salió. Pero ¡me cachis! Que escapaba a mis posibilidades de compra, mas
guardaba la esperanza de que algún día lo tendría en mis manos. Ese día fue el 22 de Agosto de 2013, donde mi
padre me lo regaló y a las 19:10 ya le estaba echando su primera foto. Lo tuve
en mis manos y me dije: “¡Wow, pedazo tocho!” me encantó, porque cuanto más
gordo, más leería de sus cartas. Sabía que me encantaría y cuando lo abrí, dos
marca-páginas cayeron en mis manos. Uno alargado y otro más cuadrado con la
imagen de la portada. Reconozco que cuando lo vi en Internet, no me gustó nada
la imagen que había escogido, pero pronto me aficioné a mirarle incluso de
lejos y sonreír ante aquella gran señorita que se sentaba con pluma en mano,
dispuesta a desparramar sus ideas en papel.
Ingeniosa, bromista, dicharachera, le gustaba conversar,
pasear, leer a los clásicos (y no tan clásicos), pero sobretodo, escribir. Le
gustaba el té sin leche y hacer juegos de palabras (que si no llegan a ser por
las anotaciones, no me entero)
He podido disfrutar de alguna de sus palabras relacionadas
con el que se cree que fue su primer amor, Tom Lefroy (Irlandés) así de cómo
otras posibles, peticiones de matrimonio y amores.
Leer su
correspondencia… ¿cómo te sentirías tú si descubrieras
que leen tus cartas? Al principio me sentí como una intrusa, como su escuchara
con la oreja pegada a la puerta, una conversación que no me concierne. Luego de
leer un par de cartas y sentirla “amiga” me hacía sentir como si yo misma fuera
su hermana Cassy.
El libro comienza con una inigualable entrada. La primera carta que se nos
presenta no proviene de Jane hacia alguien. No. Es de su padre el reverendo que
escribe a su cuñada, anunciando el nacimiento de Jane. Me dejó sin habla y
emocionada. Sencillamente no me lo esperaba.
Al principio y como creo que muchísimas personas, me sentí
defraudada al leer que se estimaba de la correspondencia de Jane, una cantidad
desorbitada (unas 2000 cartas) y acto seguido decaer sin aliento al anunciar
que solo se conservaban 162.
Y eso no es todo, en muchas de las cartas, se cree que su hermana u otra
persona censuraron líneas, quizás para preservar su intimidad, pero luego pensé
¡Qué leches! ¡Era su hermana! Y eran uña y carne, se contaron infinidad de
intimidades que no tenían por qué ser descubiertas si ella no quisiera. ¡ Cassandra estaba en su
derecho! Aunque a día de hoy nos apenemos por no saber más de una persona tan
sencilla y de gran intelecto. Y luego otra vez, a medida que llegaban las cosas
interesantes volvían a desaparecer líneas y hojas enteras y de nuevo la
frustración se apoderaba de mí.
He aprendido mucho de ella, de sus costumbres, de su
perspicacia e ingenio. Por fin he podido leer frases como “Ha llegado mi hijo” y que
me han emocionado. Creo que a Jane no le hubiera gustado
vivir en este siglo, hace unas referencias a una moda que se inició y que por
suerte duró poco, de llevar los hombros al descubierto (las jovencitas) y ya le
parecía algo muy indecoroso. No me la quiero imaginar caminar por las calles de
una gran ciudad de noche, cerca de algún pub y contemplar las minifaldas y
demás xD
El libro se divide en “etapas” concentradas en años, donde antes de
leer la primera carta de la división correspondiente, hay un pequeño prólogo
donde explica un breve resumen de las cartas que vas a leer.
Es una experiencia tan única e irrepetible que no deseo
desvelar nada más a los fans de esta gran autora, ya que yo misma que me considero
de ese grupo, he disfrutado como una niña y hubiera querido más. Más de su
ingenio, de su excelente modo de expresarse, de imaginármela en esa mesita
plegable que llevaba a todas partes consigo, con una pluma de dos pulgadas. Emocionante y sentimental
escapada a un mundo donde, ojalá la medicina hubiera estado más avanzada.
Sin embargo, para los que ya lo hayan leído, querría
comentar algunas cosillas en un pequeño cuadrado de Spoilers.
SPOILERS
El comienzo fue divertido, una alegre e inquieta Jane iba de fiesta en
fiesta, bailando cada vez que algún hombre la invitaba a salir. Incansable,
fardando con su hermana de que no se había cansado en toda la noche después de
haber bailado todos las piezas. Increíble pensar que con el paso de los años ya
no estaría tan ágil y que su luz poco a poco se apagaría, dejando una estela
imposible de no ver.
La última etapa del libro, a la que titulan como “últimos meses” es
tristísimo. Después de tanto evitar pronunciar en sus cartas que se sentía
enferma, ya no puede engañar a nadie y se me partía el corazón cada que la leía
escribiendo que había pasado unas noches con terribles fiebres, que se sentía
como una inválida en aquella silla de ruedas. Tantas historias todavía por
contar, tantos personajes que disfrutar…
Pero ella seguía mostrándose divertida, alegre y optimista
en sus cartas a su sobrina Fanny,
a la que adoraba con locura (pero no más a que a su propia hermana) y cuando ya
no puede más y su inseparable hermana Cassandra escribe a la misma sobrina
anunciando la muerte de su querida tía Jane… esa carta es desgarradora, no sé
como tuvo las fuerzas para escribir todo aquello, pero también gracias a su
coraje sabemos cuáles fueron sus últimas palabras, la hora en la murió, sus
últimos momentos agitados e intranquilos. ¿Qué otra cosa hubiera querido Jane que no fuera morir en
los brazos de su amada hermana? Terrible momento…
SPOILERS