
En mi clase de Gerucultura, la profesora nos pondrá con frecuencia películas para pasar el rato, siempre que tenga que ver, todo o en parte, del tema a tratar en el curso y el lunes disfrutamos de esta gran película, que por mí, solo por ser japonesa ya me gustaba de oídas, ahora que podido disfrutarla y aconsejarla a todo el que quiera.
El cine asiático... ¿qué podría decir yo? Me encanta... tienen un "no se qué, que sacan de no se donde" que me llegan y me tocan. Suele ser un cine un tanto lento, delicado, con mucho amor y esmero. Dedicado a los detalles, los pensamientos, las enseñanzas.... ¡Vamos! nada comercial y para mentes con ganas de ser alimentadas.
Despedidas es una película basada en un joven hombre casado, con un gran talento por el violonchelo inculcado por su padre desde la guardería. Instrumento que le acompañará en sus recuerdos y que le transmitirá paz. Este joven siente rencor hacia su padre que los abandonó por enamorarse de otra mujer, cuando él tenía seis años, dejándolo un recuerdo borroso de su rostro y una "cartapiedra". Este joven trabajaba en una gran orquesta de Tokyo, pero tras deshacerse dicha orquesta decide mudarse al pueblo a la casa que su madre le dejó antes de morir dos años atrás. Allí ve un anuncio en el periódico para trabajar y por culpa de una errata del anuncio acaba trabajando de amortajador. Ello le supondrá duras pruebas para afrontar hacia su mujer, los prejuicios de la gente por su trabajo, su pasado le llenará de preguntas y él mismo deberá de tomar duras y grandes decisiones.
Puede que suene dramático y al fin y al cabo un poco lo es, pero también tiene sus puntos de humor que te harán sonreír. Yo la disfruté mucho y los ojillos se me humedecieron. Es muy japonesa, en el sentido, de que podrás disfrutar de las ceremonias del amortajador con el cadaver, la delicadeza con que lo trata, la dulzura.