Hasu✿Loto 蓮: Saga Highlander 07 -- El hechizo del Highlander

El hechizo del Highlander (2005)
By Karen Marie Moning
7ª entrega de la saga Highlander
Número de páginas: 352

Argumento:

En el siglo IX un poderoso druída y hechicero fue engañado para quedar atrapado en un gigantesco cristal oscuro y permanecer allí encerrado, haciendo como inmortal al hombre que lo traicionó hasta el día de hoy. 1.133 años de cautiverio hasta que un ladrón consigue robar entre otras cosas este espejo que va de mano en mano hasta acabar en un despacho y allí conoce a una joven que aprenderá el hechizo para sacarlo solo momentáneamente del espejo y salvarla de quién desea matarla.

(No le miréis mucho la cara al hombre de la portada del libro, parece un cromañón…)

He leído algunas reseñas y por lo visto hay quién no casa el tema de estar espejito espejito todo el libro de un lado para otro, pero ¡es necesario! Toda la novela transcurre con Cian MacKeltar, un poderosísimo hechicero, antes druída, que el hombre al que creía amigo lo engaña para quedar atrapado en el espejo y solo cuando se recita las palabras adecuadas, Cian sale del espejo. A veces para unos minutos o para unas horas. Eso no es predecible. Jessica St. James (me encanta como suena ese nombre) es solo una joven estudiante de la carrera de arqueología que tiene todas sus horas programadas, entre estudios y trabajo cuando su profesor la llama a una hora intempestiva de la noche para pedirle un pequeño favor. A Jessica le resulta extraño que hubiesen compañías de reparto a esas horas de la noche, pero accede a ir al despacho y los chicos del reparto la obligan a verificar su interior.

Es un espejo de más de dos metro de alto, de lo más extraño, con grabados en el marco de una lengua que no puede reconocer, pero eso no es más insólito, sino el hecho de que el espejo puede comunicarse con ella, claro está que no es el espejito de Blancanieves. Un hombre que solo lleva un plaid (falda escocesa) y unas botas de cuero le pide que repita después de él para liberarlo de su prisión, un encantamiento en otra lengua y así protegerla del hombre que aparece entre las sombras para asesinarla. Jessica lleva tantos días bajo una tan fuerte presión que cree estar soñando y se deja llevar por ese sentimiento, viendo estupefacta como después de repetir una lengua extraña, la habitación se ilumina y el espejo adquiere una superficie ondulada. Primero un muslo y luego la pierna completa. Así poco a poco, el hombre acaba saliendo por completo del espejo.

Después de la tercera entrega, Dageus y Drustan no tienen más remedio que salir en las siguientes entregas y no ha estado nada mal, recordar a cada libro lo que ambos sufrieron y ahora tienen por recompensa. Lo Dageus al visitar a su hermano cuando todavía los Draghar lo poseían, Adam Black cuando fue castigado por su Reina también viajó con su compañera a las Highlands para pedir ayuda a estos poderosos Druídas y ahora el antepasado de ellos, Cian MacKeltar también tendrá que pedirles ayuda si quiere acabar con lo que tanto le correo por dentro. La venganza siempre soñada desde que está prisionero, matar a quién lo engañó. Cian es un hombre más primitivo que los gemelos MacKeltar, no atiende a ningún código que no sea el suyo, mantiene la arrogancia que viene en los genes del apellido y está acostumbrado a dar órdenes para que las obedezcan, pero se ha topado con Jessica, que no solo no lo obedecerá, sino que ninguna de sus magias la puede afectar, pero ahora que su captor sabe que su corazón flojea por una mujer, también enterará matarla. Ahora están los dos en peligro y las constantes reclamaciones del espejo que contendrán a Cian no hace a Jessica sentirse muy segura.

Cian usará La Voz, un poder druída que trata sobre dar una orden y que la persona que escuche obedezca automáticamente y luego no acordarse de nada. De este modo podrán robar comida, ropa y lo que necesiten para poder viajar a las Highlands. Ya ojalá pudiera yo también ese don. Registrarme en un carísimo hotel, disfrutar de todas las ventajas y a la hora de pagar dar la orden de borrar todos los registros y hacer como que nunca he estado allí. O llevarme cuanta ropa quisiera y que luego pareciera que han tenido un error de inventario. La vida sería muy distinta, además de mejor. ¿no creeis?