En honor a esta preciosa semana,
donde tanto tengo que celebrar.
Para hacer este tipo de artículos y describir
tantos hechos, necesitaba pensar en algo con lo que yo intimase lo suficiente,
como para conocernos mutuamente. Había pensado en mi marido, pero creo que no
le gustaría que yo airease ciertas cosas, así que pensé que, lo siguiente sería
describir un poco mi relación con lo segundo que yo posea cierto grado de
intimidad y confianza. Bueno, eso son los libros. Yo voy a exponer aquí 36 puntos
sobre como me relaciono con ellos, luego ya si ellos quieren escribir otros 36 puntos
sobre como ellos se relacionan conmigo, pues aquí tienen vía libre.
1-) Puedo
leer a cualquier hora. Sé que los hay que dicen que solo encuentran
ese momento de paz en la noche, antes de ir a dormir, porque les relaja. Bueno,
yo también, pero también de madrugada, antes del desayuno si me despierto
temprano, a media mañana, mientras hago la comida, después de comer… en fin, en
estos momentos, todo se reduce a cuando salgo del trabajo a la hora de
comer. Pero cuando antes estaba en el
paro, no tenía medida de tiempo.
2-) Al igual que tengo la
capacidad de poder leer a cualquier hora del día, puedo leer también con sonidos de fondo
(siempre con un poco de lógica, si se ponen a obrar rompiendo el suelo junto a
mi ventana, pues supongo que, aunque no lo he probado, no podría concentrarme)
En la cola del médico, en la cola de donación de sangre, en el parque, mientras
la vecina mueve muebles o se pone a dar gritos. Si la televisión está de fondo
o hay música ambiental (porque las canciones no instrumentales me superan, me
pongo a escuchar la letra y si la conozco a cantarla y ya si que no puedo hacer
nada más) Mi cerebro simplemente ignora todo lo que no sobrepase mi capacidad
para estar concentrada. Me meto en el libro y se me olvida el sonido de fondo.
3-) Antes de que llegara la era
de las tabletas, kindles, e-books y demás, yo como todo el mundo, cogía mi
libro bien hermoso, me lo arrimaba a la nariz, sonreía y comenzaba a leer.
Cuando me regalaban, yo compraba o como la inmensa mayoría de los que he leído
años atrás, gracias a la biblioteca. Ahora tengo una tablet y comparte el
deleite de leer. Tanto físico como digital. ¿Por qué
habría de elegir por uno solo? No estoy promocionando nada, así que lo que
tengo a la mano, lo cojo y lo aprovecho. La historia no cambia por ser de un
formato u otro.
4-) Tengo mi ritual de lectura como muchos lectores.
Invierno: Mi manta, mi
infusión, mis guantes sin dedos, el libro y una libreta para apuntar citas o
notas para luego hacer un artículo.
Verano: Mi vasito de
cola-cao fresquito, mi libro y la libreta.
5-) Luego de tener dicha libreta
para tomar apuntes de muchas cosas referentes a la escritura y literatura tengo
una LITENDA
¿Qué no sabes lo que és? Escuché este término gracias al Booktuber el coleccionista de mundos Es una agenda
literaria. Se venden por Internet. Es una agenda como las escolares, pero tiene
en cada página citas célebres de escritores, recordatorios de sus cumpleaños y si
es actual, te anuncia hasta los próximos estrenos (solo unos cuantos) Pero yo
simplemente me compré una agenda normal y corriente y decidí decorarla por mí
misma. Apunto los libros leídos, los puntúo y apunto citas de los libros
acabados. Algún día subiré fotos.
6-) Está totalmente prohibido comer mientras leo.
¡Nada! O leo o como, pero no los combino. Solo bebo.
7-) Supongo que otra manía es
cerrar los libros con los capítulos acabados. ¡A ver! No me
pongo histérica si en un momento dado de prisas tengo que dejar un capítulo a
la mitad y cerrar el libro, pero siempre intento acabar el capítulo antes de
abandonar el libro.
8-) Cuando leo en físico, hago mis propios marcapáginas. Le da más clase a
mis libros y me parecen más personales. También los enseñaré algún día.
9-) Y no podía faltar que como
todo lector, coja un libro, acaricie su portada,
admire su interior en un rápido vistazo y luego se lo acerque a las fosas
nasales para sonreír después junto a un “¡Mmmmmm!” Suena chistoso para el que
no lo entienda, pero es cierto.
10-) Siempre llevo un libro conmigo
¡Siempre! Vaya a donde vaya, sea que pueda o no leer, pero los días siempre
tienen su grado de imprevisibles, por eso siempre que tengo que matar un
tiempo, saco el libro para leer. Siempre llevo libros en mi Smartphone ¿Por qué
no físico? Porque mis libros físicos solo salen de mi casa cuando me voy de
mudanza. Nada más.
11-) Amo leer en voz alta. No en plan
vanidoso porque me gusta escuchar mi propia voz, no. Me gusta mi voz al
escucharme pronunciar correctamente las palabras ¿Por qué será que solo
pronunciamos bien cuando leemos en voz alta? No sé de donde seréis vosotros,
pero donde yo vivo, las palabras que finalizan en “S” o en “R” por poner un
ejemplo, pues nos las comemos. Pero al leer en voz alta todo cambia. Me encanta
la entonación que le doy, la pronunciación y como luego quiero imitarlo yo.
12-) Los libros se han
convertido para mí, en una vía de escape a la realidad, con tanta
necesidad como el comer.
13-) No presto mis libros así que ¡no me lo
pidáis! Si tengo una copia digital, eso será lo que os daré, no otra cosa.
14-) He tardado bastantes años,
pero por fin ha nacido una editorial que me apasione, así que os dejo el nombre
de ella, por si queréis hacerme algún regalo. Se llama: d’Epoca. Apuntadlo, porque me encanta todos y
cada uno de los libros que sacan.
15-) Eso de pasear por la librerías, coger todos los
libros, ojearlos todos. Señalar algunos y decir “¡Ey, ese lo tengo yo!” o
también “¡Ooooh…. Ese me lo leí y es…!” mirad el reloj y que hayan pasado dos
horas y para ti hayan sido 10 minutos.
16-) Soy de las que compra por el menor precio posible, así que para
empezar, solo me he comprado un libro en cuando ha salido con su super precio,
los demás, me espero a que salgan la edición de bolsillo o rompo mi monedero en
las ferias de libros del pueblo que por 3€ compro muchos.
17-) Soy una mujer que nació
tanto con los libros bajo el brazo que, el día de mi cumpleaños es el día de las librerías y mi aniversario de
boda el día de los libros. No me puedo quejar.
18-) Supongo que es algo que me
acompaña tantísimo que, es inevitable entrar en casa ajena y no fijarme en si tiene
o no libros y creedme, en mi trabajo entro en muchas casas y siempre ando
mirando de un lado para otro cuando tengo ocasión.
19-) He tenido la fortuna de
caer en gracia a los ojos de Dios, ya que me dio por esposo a un hombre que comparte esta pasión. Leer
juntos, en voz alta, con música de ambientación de fondo… o dormirme al sonido
de su voz… es algo mágico e indescifrable. Nunca pensé que podría disfrutar de
este otro gran placer acompañada y que fuera todo un deleite.
20-) Siempre he sido tan
marginada por la sociedad en mis años de adolescencia y juventud, que formar parte
ahora de un club de lectura me dio gran regocijo.
21-) No podía ser menos que
también tuviese una app para Android
relacionada con los libros. De hecho tengo dos y es que me fascinan.
22-) Algún día escribiré un
artículo en relación de mi padre y sus libros. Tiene una relación de tantísimos años y es
tan estrecha con sus libros, que son más que amigos. Yo lo recuerdo hablando
con ellos, leyendo en voz alta, siempre con un lápiz en la mano subrayando
frases que, imagino, le harían sentir algo muy especial y escribiendo
anotaciones en los márgenes. Desgastados por las tantísimas veces que los ha
leído. Quiero ser como él.
23-) Bueno pues sí, supongo que
a día de hoy ya no es tan raro saberlo de personas que aman la literatura, pero
sí que escribo mis propias historias.
24-) Solo un
libro cada vez. Nada de empezar 3 o 4 e ir leyendo por ratos uno y
luego otro. Solo un libro cada vez, por favor, porque ya lo intenté una vez y
al final le acabas prestando más atención a uno que a otro.
25-) Mi estación favorita es el
invierno. Y me llena de nervios pensar una mañana que me levante y ver el cielo
gris. Para mi es revigorizante ponerme a leer mientras llueve, hace frío fuera o está todo
nublado y pongo velas sobre la mesa. Es una sensación tan
placentera…
26-) Soy por naturaleza una persona muy
sensible. Un simple anuncio donde hay un abrazo fraternal después de
varios años, me da un pellizco en el estómago. Por eso cuando por ejemplo, leo
escenas de tensión, no me doy cuenta de que estoy conteniendo el aliento hasta
que esta acaba y dejo escapar el aire en un profundo suspiro.
27-) Si eres como yo y tienes una imaginación
febril, muy buena para imaginar todas las escenas de los libros y
hacer tus propios efectos especiales siempre a la moda, te pasará como a mí,
que cuando leo una escena desagradable o que en cierto modo me hiere en la
sensibilidad, quisiera olvidarla, pero ya no hay manera ¡Y está ahí! ¡En tu
mente! Y accedes a ella cada vez que sin querer, la recuerdas. Que mal…
28-) Procuro y digo procuro,
porque no siempre me acuerdo, de acudir al
diccionario cuando leo una palabra que no entiendo, y repito,
digo procuro, porque muchas veces sigo leyendo y saco su significado por el
contexto y otras he encontrado una postura tan cómoda cuando llevo dos horas
leyendo, que no me la quiero estropear y desisto en moverme.
29-) Ni
regalo, ni tiro mis libros. Si algún día, por lo que sea, ya no
tengo espacio en las estanterías para seguir colocando libros, entonces
recurriría a la donación a las bibliotecas o regalar alguno si alguien tuviera
ese capricho, pero por lo pronto nada de nada. Aunque sí me parece buena la
idea de intercambiar.
30-) Antes he dicho que podía
leer en cualquier parte, pero la verdad es que nunca
he leído al aire libre, pues cada vez que he intentado ir a un
parque, siempre hay un tonto que está berreando por ahí y aunque podría leer así,
me da mucha rabia que la gente sea tan corta de mente muchas veces. Porque te están
viendo ahí sentada, con un libro en la mano y es como si les diera rabia y más
gritan. Así que lo más cerca que he estado de dicha experiencia fue en el
balcón de la casa de mi padre.
31-) Tengo una costumbre o manía, que a veces me
cuesta la vida. Libro que empiezo, libro que acabo ya me guste o lo
aborrezca. Con las sagas me pasa igual, aunque hasta el momento solo han sido
trilogías y digo que me cuestan la vida, porque con la trilogía de Canciones para Paula casi me arranco los
ojos de lo que tenía que leer, pero es que si no acabo las historias luego
éstas no me dejan en paz. Me gustaría hacer como muchos y decir: “Yo para
perder el tiempo en un libro que no me gusta me voy a otro que me guste más”
¡Muy cierto! Pero es que no puedo olvidarme que he dejado una historia sin
acabar… T_T luego ese pensamiento no me deja vivir.
32-) Cuál
será mi próxima lectura, no lo sé hasta que acabo el libro que tengo
empezado, porque lo mismo digo “¡Oh! Que ganas tengo de empezar el de Perico de
los palotes” y cuando acabo de leer, entonces recuerdo que le tenía también
ganas a otro y al final me decanto por el último.
33-) Me
encanta escribir a mano (claro que el teclado es más rápido) me
siento transportada a épocas pasadas y hasta me compré una pluma de las que
venden en las librerías con sus tintero. Escribo todavía cartas a mano, compro
sellos y escribo en mis libretas.
34-) He visto muchos Booktubers
para decir que no. Yo no compro libros por más preciosas y llamativas
que sean sus portadas. No señores. Me puede gustar mucho, pero como la sinopsis
no me llame la atención, ya puede la portada ser mágica y moverse como los
periódicos de Harry Potter, que aquí
la nena no se compra el libro.
35-) Siempre estoy muy
expectante con los comienzos de los libros.
Me encantan las dos o tres primeras líneas de un libro al comenzar. Hay a quién
le cueste encontrar títulos para sus libros, para mí es muy fácil, lo que me
impresiona y cuando escribo yo, siempre intento rendir casi al máximo en ese
momento del comienzo. Creo que una buena entrada puede engancharte para el
resto del libro.
36-) Me es totalmente imposible leer dentro de un
vehículo. Hasta el momento solo lo intenté en el coche y el autobús.
Me empiezo a marear, las letras se me juntan y a diferencia de Chuck Norris que con solo su presencia
las letras se juntan para hacer un libro, a mí se me empiezan a emborronar y no
tengo modo de distraerme en el coche como no sea escuchando música. Ni leer, ni
escribir y casi si mi apuras, sin poder ver películas.
Y hasta aquí mis 36 hechos
literarios más frecuentes por lo menos, puede que luego recuerde algunos más,
pero siempre puedo hacer una segunda parte.
¿Os identificáis conmigo en
algún punto?
¡Gran artículo! Es curioso como los lectores pueden llegar a tener sus manías o rituales XD. Yo me siento identificado en muchos puntos. Tampoco me gusta comer mientras leo, veo cine o juego, porque me da la impresión de que no le presto la suficiente atención a la peli, al libro o lo que sea XD. Por eso prefiero antes o después, pero el momento de sumergirme en la obra es “sagrado” para disfrutarlo al máximo XD.
ResponderEliminarTampoco me gusta prestar libros (además tengo ciertos traumas debido a que los que presté en el pasado los he perdido y ya cuido los que tengo con mucho más esmero). Para mí son como pequeños tesoros y me da rabia haber perdido ciertos ejemplares que, de hecho, ya no se venden a día de hoy, están descatalogados, y no voy a recuperar en la vida. Pero así son las cosas, jeje.
Coincido en lo de no gastar mucho en dicha afición, a veces no siempre va de la mano el invertir más dinero y obtener más calidad. Es cuestión de sabérselo montar, esperar, resistir las modas y encontrar buenas ofertas (y más cuando están las cosas como están con la crisis XD). Además, con la de clásicos y libros de calidad que hay siempre por leer, no es difícil encontrar cositas baratas.
¡Lo de un solo libro a la vez también lo comparto totalmente! De hecho me pasa con todo, con pelis, con juegos, con series. No es que no pueda compaginarlos, sino que “por respeto” a la obra, o por sumergirme más en ese mundo, prefiero vivir al 100% dicha obra sin “romper” la magia que crea saltando de un mundo a otro. Y, como dices, al final, si metes varios, alguno acaba siendo dado más de lado que otro.
Yo para lo del diccionario soy muy vago XD, normalmente lo saco por contexto y arreando XD. Aunque si ya veo algo que no entiendo de ninguna manera sí que hago por mirarlo.
Y lo de “libro que empiezo, libro que acabo” va a ser nuestra perdición XD. A mí me suele pasar con todo (con el cine no tanto, pero con lo demás es como una obligación XD). Soy incapaz de dejar un videojuego por duro que sea o un libro por mucho que me aburra. También siento que me estoy dejando algo inacabado y llego a tener hasta cargo de conciencia XD. Y, es que es más, no sería la primera vez que, al seguir hasta el final, me he llevado alguna sorpresa para bien. Supongo que no se puede juzgar una obra completa por tan solo un poco tanto por ciento.
¡Un saludo, a cuidarse y sigue deleitándonos con tus fantásticos escritos!