Charlie y el gran ascensor de cristal

NO LEER RESEÑA DE ESTA SEGUNDA PARTE SI NO HAS LEÍDO LA PRIMERA.

Charlie y el ascensor de cristal
By Roald Dahl
Número de páginas: 94 (version digital)

Argumento:

Charlie es el niño afortunado que tuvo el privilegio de ganar el mejor premio de toda su vida. Ser dueño de la fábrica de chocolate de Willy Wonka. Después de romper el techo de la fábrica para aterrizar con el ascensor en casa de Charlie, recogen al resto de la familia (cama incluída) y suben, suben, suben hasta llegar fuera de la Tierra. Grandes aventuras con un Hotel Espacil de U.S.A. astronautas y Knidos Vermiciosos para todos los habitantes del ascensor de cristal.

Todos están dentro del gran ascensor de cristal de Willy Wonka, los cuatro abuelos junto con su cama, o más bien flotando sobre ella, los padres de Charlie, éste mismo y Wonka. Los ocho flotando en órbita por no haber accionado el botón a tiempo que los llevaría de regreso a la fábrica.

Digamos que en esta segunda parte, tienen mucho que hacer los pensamientos de Wonka y los abuelos. Sobretodo la abuela Georgina y Josephina.
Me parece que en verdad, Willy Wonka es una especie de justiciero que no nos lo quiere decir abiertamente.
Creyendo que sería otro cuento para niños, he visto en esa segunda parte que hay cosas importantes.

Hay una clara crítica al egoísmo humano, a la avaricia del dinero. No me lo esperaba, pero ya casi por el final, Willy Wonka reflexiona ante una reñida discusión que mantienen los cuatro abuelos. El autor nos deja ver lo que Wonka está pensando. Sus más íntimas lamentaciones sobre la soberbia y el egoísmo de las personas. ¡Son solo unas breves líneas! Pero en esos momentos menea su cabeza apesadumbrado, no lo vemos reír, dar brincos y hacer alguna rima.

Se marcha hacia su cascada de chocolate creyendo que el ruido ahogaría la discusión que dejaba atrás, pero reflexiona. Willy Wonka está hasta las cejas de dinero, es muy consciente de que si vendiera su vita-wonka para rejuvenecer, grandes millonarios pagarían millones por su receta, pero no quiere, no lo necesita. No quiere discutir, no quiere sentir la avaricia y mientras escucha las riñas de fondo se lamenta. Impresionante personaje de cambios radicales.

El presidente Landerot Gillgarás es el otro personaje que más te llamará la atención. ¿Es tonto? ¿Es lelo? ¿Es una crítica a los políticos? Su niñera en una canción que le dedica y nos explica que tenía tan poco cerebro que solo tuvo opción para hacerlo político y de ahí llegó a Presiente ¡Sorprendente! xD creo que aquí también vemos una crítica a las personas que llevan el cotarro del país. El Jefe de la armada con su entusiasmo por querer volarlo todo, el hombre de Afganistán que solo sabe tragar espadas, que también parece tener algo que ver. Lo que es seguro es, que el presidente con sus respuestas insensatas, sus Knock, knock te hará reír.

Las aventuras que aquí disfrutarás, tendrán mucho que ver con los alienígenas de Marte y Venus. El libro viene ilustrado, (al menos la edición que yo he leído) por lo que nos servirá para las abundantes descripciones de sus transformaciones.

♣ Para leer la primera parte:

Charlie y la fábrica de chocolate