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12 oct 2014

Literatura fácil. Nuevo negocio

Quiero empezar diciendo que apoyo la lectura de todo tipo. Apoyo a la tan estimable para algunos, detestable para otros, saga de Crepúsculo, Cincuenta sombras de Grey, Canciones para Paula y tantas y tantas sagas juveniles como parecen multiplicarse con el paso de los días. ¿Por qué hago esta declaración? Porque lo que vas a leer a continuación te va a dar la sensación de que despotrico contra ellas. ¡Pero no es cierto! Quiero hablar del modo en que se fabrican estos libros de a día de hoy. De su contenido. No de las personas que lo leen.

Realmente, como no sé por donde empezar, comenzaré diciendo que en mi etapa de adolescencia, no tuve la gran suerte de codearme con tantos libros juveniles como los que hay hoy. A mi entender y por lo que yo leí, pasé de lo infantil, a lo adolescente-infantil y a lo adulto. Yo leía lo que quería, de forma variada, me guiaba por mi instinto, tuviera la edad que tuviera y comencé a una edad muy temprana. No estaba encasillada. Lo mismo leía Julio Verne que Agatha Christie ¡Yo no tenía edad para entender estos libros! Tampoco había la gran colección de lecturas juveniles que hoy hay y yo ciertamente, no sabía por donde buscar, aunque con algunos fui a parar, claro. Pero los otros libros más para adultos yo no los entendía, mas yo sabía que ellos querían contarme algo, me daban curiosidad, aprendía nuevas palabras y me hacían pensar. Me dejaron una huella, me dieron el empuje de seguir buscando y variando, para luego regresar con una mayor base y volver a leerlos con mayor entusiasmo. Tiraban de mí. La función de todo arte, incluida la literatura es la de hacernos mejorar, retar nuestro intelecto, llevarnos a descubrir otras cosas. Si la literatura fácil de hoy nos da todo lo que YA sabemos ¿qué nos aporta entonces? Solo puro entretenimiento, que está muy bien por cierto, pero te deja la sensación de que no has aprendido nada.

No es por la edad que yo tenga, el mundo sigue igual de loco o más y los planetas girando como siempre han hecho ¿Qué ocurre? Que cuando acabo de leer un relato, por poner un ejemplo: de Edgar Allan Poe y luego paso a la saga de, por poner otro ejemplo: Delirium, a mí me dan tremendas ganas de llorar, se me desgarra el alma, siento que ese libro me quiere atacar, matar o devorar. Entonces, ¿Qué sucede con la literatura que hoy se vende? Por supuesto no toda, pero en un plano general, demasiado general quizás, estoy viendo como las bases de la literatura se van empequeñeciendo y si antes hacíamos una pizza con una base de, orégano, tomate, queso, jamón york, olivas y atún, a día de hoy solo es una pizza de tomate y queso. ¿Por qué? ¿Nos creen menos listos las editoriales? ¿Los escritores? ¿Antes se estructuraban libros demasiado complejos? No. Ni somos más tontos, ni los de antes eran más difíciles de entender, pero claro está que hay una diferencia que a mi me revienta. ¿Por qué los libros juveniles los hacen tan escasos de… todo? No tienen reflexión filosófica, son vacíos de pensamiento, no tienen metáforas, carecen de vocabulario, son demasiado coloquiales. Ni hablemos de la carencia de descripciones y de los diálogos infantiles. Puede que sea por las prisas con las que hoy las vidas viven, que la comunicación que nos rodea solo nos ofrece el entretenimiento básico, ya que, si uno llega cansado a casa de un arduo trabajo de 8 horas (los que tienen suerte), puede que no les apetezca leer un libro que parezca un crucigrama. Puede que quieran que se les de todo ya hecho. Puede que sea una de las razones por las que la comida se nos da ya tan triturada.

Estos libros van, tan enormemente dirigidos a este público en concreto, los juveniles, que llevan hasta su forma de hablar, actuar, pensar, vicios y con sus palabrotas y todo, que leerlos fuera de esa edad no te van a gustar. Creo que es un error muy garrafal ya que a estos jóvenes se les encasilla para leer este tipo de libros, no tienen una lectura variada y cuando salgan de ellos, creo que muchos se van a aburrir o no van a entender lo que hay escrito. ¿Cómo un joven habituado a leer estos libros tan simples de todo, donde se pueden leer frases tales como: “Tío, que mierda de trabajo” puede gustar de la literatura clásica? Con esas frases enrevesadas ( Jane Austen), esas larguísimas descripciones (Charles Dickens), argumentos tan complejos (Agatha Christie), de personajes tan carismáticos (Emily Brontë) y extenso vocabulario para aprender (Charlotte Bronte). Lo digo por la necesidad de exponer referencias en estos libros juveniles a los clásicos. Creo que se aburrirían y se tirarían de los pelos si leyeran la primera y segunda parte de Alicia en el país de las maravillas (Lewis Carroll)

Yo he leído libros juveniles, donde el argumento es para dichos jóvenes, y no hay necesidad de poner palabrotas. Claro que ellos se van a sentir más identificados, son libros que están fabricados para ellos y por ello no tienen la necesidad de buscar otros tipos de libros. Yo siempre he defendido, que no se escribe como se habla y viceversa. ¿Por qué ahora se escribe como se habla? ¿Qué tiene eso de bonito y especial? Creo que es muy triste que, el consumismo, haya llevado a la literatura a un terreno tan fácil de moldear. La literatura tan fácil que hoy se vende, tan vacía…Y si has leído clásicos, como yo, notarás la diferencia, ese gran salto, el valor de aquellas páginas, las dobles lecturas, el aprendizaje histórico y político. El orden de las palabras, las frases tan sugerentes, el sabor tan dulce que te deja en la boca al leerlas en voz alta. “Hemos perdido esa forma de hablar” (Ben Gates)

Leer es difícil, lo sé. Se necesita estar a solas, no como cuando ves en familia la televisión. Se necesita silencio, no como cuando juegas a videojuegos con tus amigos. Se necesita concentración, no como cuando te vas a la discoteca y es un acto que se ha de realizar sin compartir, no como cuando te vas de compras con el grupo. ¡Es una disciplina! Que si le das tiempo, te adaptas, te absorbe y ya no te da pereza ponerte. Una encuesta demostró el gran desinterés que hoy día hay en la cultura en general y el gran consumismo de la moda, cuando solo 2 de cada 10, identificaron un párrafo que era leído a cada uno, como la tan obra y tan conocida de “Orgullo y Prejuicio” Obra de la que todos han oído hablar y otros se jactan de haber leído, cuando en realidad, o no lo han hecho o es el único clásico que se han leído. Si esta obra es considerada un clásico ¿Por qué las editoriales hoy día no editarían un libro escrito como los clásicos? ¿Por qué los que dicen que aman la literatura no se interesan por los grandes maestros?  Hay un camino que recorrer y si antes no se hubieran escrito los clásicos, no habríamos llegado hasta donde estamos hoy ¿No hay tiempo acaso en todo el día? ¿Demasiadas prisas en todo lo que hacemos? ¿Simplemente no les interesa? ¿No entienden lo que hay escrito? El mercado demanda lo fácil, lo ya masticado, lo simple, lo entendible a la primera, lo que no has de leer dos veces para saborear lo dulce de una frase bien escrita en tus labios mientras la repites con deleite. Son rápidos, hay acción por un tubo y en la segunda página ya lo tienes. No tienes que esperar, no tienes que leer 50 páginas primero para luego ir a “eso que andas buscando” Entonces ¿eso quiere decir que la culpa es nuestra? ¿Quién empezó antes? ¿La reclamación del público o la experimentación de las editoriales al lanzar este tipo de literatura para comprobar si iba viento en popa? El mercado somos todos.

Sea como sea, las editoriales siguen imprimiendo estos libros, la gente los compra, están en la lista de los números uno como los más vendidos, pero ninguno perdurará en el tiempo y mientras se marchan, dejan un reguero de cerebros mal alimentados y mal informados. A universitarios (según un profesor de universidad ha declarado en la red a raiz de este tipo de literatura), aunque no todos, les sucede que no entienden lo que leen. ¿Por qué ese desprestigio de los clásicos? ¿Acaso el que no gusta de cine, no busca sus comienzos? ¿Por qué no en la literatura? No hay esas herramientas culturales, la información básica para comprender todo el texto. No entienden los clásicos y toda la información que ellos desprenden. La moda tira tanto de todos, que en los círculos sociales, si quieres opinar, tienes que leer lo último que ha salido a la venta o te quedas fuera. ¿Qué no puedes leer lo último del mercado? ¡Pues claro que si!  Yo lo hago, solo que yo alterno y no me dedico solo a las estanterías de las librerías, que exponen lo más en ventas, los número uno, los Best-seller, que siempre suelen ser la moda y normalmente, la literatura fácil de la que tanto os estoy avasallando en este artículo kilométrico que sé, muy pocos leerán de cabo a rabo. La literatura fácil que con tranquilidad y sin complicación se puede traducir tal cual a cualquier idioma.

¿Por qué entonces, me pregunto yo, en la literatura fácil se exponen guiños a libros clásicos si la gente o no los ha leído, o no los van a leer? ¿Para qué? Cuando llegan a esa parte del texto y se lee una frase extraída de un clásico ¿cuántos van a saber de qué está hablando el autor? ¿Lo hacen para darles más caché al libro? Y no hablo de un clásico cualquiera, hablo de los que se parodian, de los que se usan para hacer un guiño en un libro. Esos que están en la lista de los clásicos más recomendados. Esos que supuestamente todos deberían de haber leído. Esos que los “listillos” usan para restregarte que eres un Don nadie por no haberte leído “Lo que el viento se llevó” Claro está que cada uno se lee lo que de la gana, ni listas, ni números uno. Pero entonces, repito, si la literatura fácil no es un puente que te lleve a los clásicos, ¿para qué hacen los autores dichas referencias? ¡Para qué! ¿Cuántos de los que se han leído la saga de Delirium y han llegado a la parte donde se habla del relato “Corazón delator” de Edgar Allan Poe
, han leído dicho relato? ¿Y los que no lo han hecho, han pasado por encima sin importarles?

El exceso de este consumismo está apartando el resto de literatura, que será mejor o peor, pero que si está más elaborada, la gente no la escoge, lo que logra que esta literatura fácil siga triunfando porque hay una gran ventaja a la hora de escogerlos. Los puedes encontrar en los grandes y pequeños centros de librerías. En los grandes supermercados, en los puestos callejeros… Resulta ya casi una heroicidad encontrar en estas grandes superficies algo más digno en lo que entretener tus neuronas. Yo sé que Hércules Poirot, si viviera hoy día, estaría muy decepcionado. Abriría sus ojillos observadores, giraría su cabeza huevo, se achucharía su fino bigote, se quitaría una mota de polvo invisible del hombre y te diría: “¡Oh, mon ami. Hay que ejercitar más esas células grises!” Es como el cine, que las carteleras están dominadas por lo que “más se vende” y muchas y muy buenas películas ni siquiera llegan a estrenarse por aquí cerca y si tienen éxito de allá de donde viene, Hollywood hace un remake de ella. Como hizo con “My Sassi Girl” (coreana) quitándole toda la brillantez de dicha cultura.

Los medios de comunicación tampoco ayudan, ya que de lo único que te van a informar de aquello y lo otro que tanto se está vendiendo ahora, de su gran éxito, de lo que le han pagado para publicitar tal o cual libro, película y demás. Nos bombardean con noticias que solo nos manipulan y no nos dejan elegir con libre albedrío ¿Más de la mitad de las mujeres que se llegaron a comprar “Cincuenta sombras de Grey” lo habrían hecho si su publicidad no hubiera estado hasta en la sopa que comían? Las otras lecturas de las que te hablo, esas que no digo que deberían de reinar en tu vida, solo escogerlas de vez en cuando, se pierden en un océano de páginas vacías que nadie mira porque no han sido publicitadas en el telediario o en las redes sociales. Busca y encontrarás muchos tesoros.

Internet es una herramienta, se divulgan noticias, argumentos, resúmenes, impactos de última hora, comentarios de esto y aquello, pero esto no te da derecho a decir que sabes de tal libro clásico (o de tal libro) si no te lo has leído. Yo no puedo hablar de la película de “Los pájaros” solo basándome en que “en Internet he leído que va de unos pájaros que atacan a la gente… sí… ajá…” ¡No! ¡No la he visto! Me tapo la boca o me pongo y la veo. No sabrás más de los clásicos porque leas de ellos por Internet. Nada es comparable a la experiencia en primera persona. Tú y el libro. A solas. Una tarde y las horas que hagan falta. Conócelos y no hagas que te lo cuenten otros. En físico o en digital. No hay competencia, las letras son las mismas. No es más fiable el físico que el digital, ni viceversa. No te dejes arrastrar por lo que digan.

Goza de una buena base en todo lo que te guste, para poder entender lo que hay al final del camino.


8 comentarios:

  1. Bueno, bueno... me gustó la entrada y la imprimiré para leerla completa... porque apenas terminé el primer parrafo... bueno... la verdad es que la literatura de estos tiempo se ha diversificado... hay de todo y para todos... aunque no he leido crepusculo... me la han aconsejado... está en mi super interminable lista de espera... tendrá que esperar despues de Harry Potter... bueno.. la verdad que tengo tantas cosas por hacer.,.. o mejor dicho se me acumulan tantas cosas que cuando tengo tiempo en lugar de avanzar... acumulo más,... algun día podre ver y leer todo lo que tengo por aqui... pero te felicito que si no fuera por blogs como el tuyo... la verdad que estaria más perdido... gracias por tus aporte y sigue así... cudiate y que tengas un lindo fin de semana,

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  2. Interesantísimo y valiente artículo. Me ha encantado. Las reflexiones que haces me parecen muy acertadas. La verdad es que yo vengo notando esto desde (aproximadamente) la mitad de la década pasada. Y no solo en literatura, sino también en el cine e incluso en según qué sector de los videojuegos XD. Todo ha dado un bajón increíble. Pero ciñéndome solo a la literatura (que es lo que estás tratando en el artículo) diré que el bajón de calidad literaria me parece abusivo. Por supuesto no ocurre en todas las novelas del mercado, pero sí en la mayoría (y, como comentas, en los best-sellers abunda eso). De momento no hablo de historia o personajes (que también habría que ver hasta qué punto han rebajado su calidad XD), hablo de la narrativa y la manera de escribir.

    Antes se escribía con estilo, con respeto hacía el lector, con una artesanía infinita. Hoy día eso casi se ha perdido. Mis encuentros con best-sellers modernos de autores como Dan Brown o Ernest Clive me han dejado un poco frío. No puedo decir que esos libros sean malos (como también exclamarían algunos extremistas). Son libros que están bien, que se dejan leer. Pero, pienso que también es obvio, no alcanzan la genialidad que había en la mayor parte de la literatura de antes. La narrativa es bastante convencional, las virguerías lingüísticas no existen apenas y todo es tremendamente simple (incluso a veces da la impresión de que ya lo hayan escrito pensando en el guión de la película XD, no sé si a alguien más le habrá dado esa sensación). Por supuesto, repito, no es el caso de todos los autores, pero sí de una gran mayoría. Y el público lo exige, porque hoy vamos a lo fácil, a lo rápido, a que no haya dobles lecturas ni dobles sentidos, queremos leer sin dificultades y a otra cosa. Cuantos más libros mejor. A veces me da la impresión de que se valora más la cantidad que la calidad.

    Yo tengo ciertas teorías sobre todo esto (incluyendo a cine, videojuegos y demás) y el cambio que está dando el arte que no es plan de exponer aquí porque llevarían muchos párrafos XD. Pero puedo decir, muy rápidamente, que pienso que el público de literatura de hoy día es muy distinto del que había antes, te lo garantizo. Incluso hay mucha afluencia de público “ocasional” (vamos a llamarlo así). Gente que se lee los dos o tres libros de moda que suenan en las listas de ventas y ya está. Ese tipo de público es el que, por desgracia, manda en la literatura de hoy día. Porque, muchas veces influidos por la publicidad, compran el libro que más suena (que ya sabemos que no tiene por qué ser equiparable al libro que más calidad tenga XD). Incluso gente que regala libros a otros porque han oído que son buenos, sin más. Eso se retroalimenta, se convierte en un círculo infinito, y las listas de ventas y popularidad se crean, al final, por la gente que menos lectora es XD. Irónico y paradójico, pero es así.

    Es como en los videojuegos. En los números 1 de ventas siempre tendrás a los Call of Duty, Sims y FIFA. Y a mí, como amante del mundillo, me gustan, que conste. Pero hay auténticas obras de arte de la programación (incomprendidas por el jugador ocasional o que va a la moda) que, objetivamente y en conceptos artísticos, les dan un repaso bestial a esos super-ventas, pero no los verás en los números 1, porque la mayoría de los jugadores hoy día, irónicamente, no son jugadores de corazón. Son gente que van “a pasarlo guay con los amiguetes” o a ver qué nuevo techo técnico alcanza tal título. Valorar el videojuego como arte es una cuestión que realmente no todo el mundo hace. Lo mismo ocurre con la literatura, el cine o cualquier otro medio.

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  3. ¿La culpa de que la literatura haya bajado tanto de nivel? Sinceramente (y ganándome pedradas probablemente XD), yo la achacaría al público. Las editoriales lanzan cada vez cosas más simples y directas, e incluso nos saturan con la misma temática una y otra vez (como pasó con la moda de zombies, de vampiros con “Crepúsculo”, o ahora con las trilogías distópicas y de supervivencia como “Los Juegos del Hambre” y similares), pero al final el que tiene la última palabra es el público. Nosotros permitimos que eso triunfe o no. Nosotros hacemos saber, mediante el dinero que invertimos en esas lecturas, qué tipo de libros queremos. Y está claro que un “Cincuenta Sombras de Grey” va a ganar en ventas a cualquier novela más profunda, simplemente por el hecho de la fama, el boca a boca y un público que busca cosas muy específicas y sencillas en esta era.

    Y no digo que libros como “Cincuenta Sombras de Grey”, “Ángeles y Demonios” y demás no puedan gustar, ojo. Que yo soy el primero que también tengo mis libros “sencillitos” que me encantan. Pienso que debe haber lugar para entretenimiento de todo tipo, no voy a estar todo el día leyendo a Kafka o similares, sino mi cabeza reventaría XD. Pero lo que sí da pena es que, como siempre digo, ese gusto se convierta en objetividad en boca de la gente y, por favor, llegue a leer por ahí barbaridades de que la prosa de Crepúsculo es mejor que la de Edgar Allan Poe XD. No seamos bestias. Comparemos un par de párrafos (ojo, no estoy hablando de historias y personajes) a ver qué pasa XD. O leer que la prosa de Dan Brown en “Ángeles y Demonios” es una “absoluta maravilla artística”. Fiuu… Yo no me atrevería a tanto XD. Una cosa es que nos puedan gustar según qué cosas y estemos en nuestro derecho y otra muy distinta es perder el norte (y la objetividad, de paso XD). ¿Para qué sirven las herramientas ortográficas, semánticas y demás? ¿Para qué existe el lenguaje y su estudio, así como el de la literatura, si luego cualquiera puede decir lo primero que pille? ¿Decir cosas como que la prosa de tal libro es la mejor, porque yo lo valgo o porque a mí me ha gustado mucho la historia que cuenta XD?

    En fin, eso es otra de las cosas que nos propicia Internet hoy, la capacidad de hablar de todo sin saber de nada (como bien comentas). Mucha gente lee u oye sobre algo y ya cree que sabe sobre ese algo. Yo intento, cada vez más, no hablar de lo que no sé. Si quiero saber de algo me meto a ello, a vivirlo, a experimentarlo. Leer una sinopsis en Internet es muy fácil, pero a fin de cuentas estás leyendo la opinión de otro, no te estás formando la tuya. De hecho, Internet también ha propiciado la capacidad de imponer nuestras opiniones o darlas sin fundamento ni argumentos. Todo el mundo, como siempre digo, sabe de todo, parece mentira.

    ¿El desprestigio a los clásicos de mucha gente? Pues, sinceramente, no les gustará la literatura XD. Es como si un arqueólogo desprestigiase las pirámides, ¿qué clase de arqueólogo es ese XD? Yo siempre he pensado que la gente que desprestigia clásicos (en cualquier ámbito o medio), realmente no son conscientes de que no les acaba de gustar ese medio (salvo los dos o tres títulos de moda que han visto).

    En fin, querida Hasu-Loto, vivimos en unos años fríos para el arte, pero siempre habrá artistas con corazón y lectores que les correspondan. Esperemos poder encontrarlos, aunque haya que desenterrarlos de entre las gigantescas listas de best-sellers XD. ¡Un saludo!

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  4. Estoy muy de acuerdo contigo: la literatura hoy en día parece que busca darlo todo mascado, sobre todo los libros "más vendidos". Claro, que por eso se venden tantos.
    Hará unos meses, después de leer la saga de Divergente, decidí dejar los libros juveniles por una temporada. No es que leyera mucha juvenil, la verdad, pero ahora ya he pasado a no leer nada prácticamente. La razón era que terminaba el libro y no me decía nada, mientras que cogía un clásico, o un libro con un trasfondo mucho más complejo y me dejaba una satisfacción mucho mayor. Llegué a la conclusión que, con la de lecturas pendientes que tengo, no voy a emplear el tiempo en lecturas que no me aportan nada. Y estos últimos meses, aunque ha habido libros que no me han gustado, al menos me han dicho algo,no me han dejado indiferente.

    Supongo que a la gente no le gusta trabajar, y los clásicos suponen cierto ejercicio mental. Es mucho más sencillo, como tú dices, que te lo den todo resulto a tener que analizar una obra... pero, sinceramente, conforme lees libros más complejos, el proponerte el reto de leerlos es mucho mejor que leer por pasar el rato.

    Desde luego, si nos trataran como lectores inteligentes, que es lo que somos, mucha más gente se animaría a leer clásicos o, directamente, desecharía los libruchos que se publican hoy en día como normal general.

    Ojo! Que no digo que no se publiquen buenos libros, pero no suelen atraer al público y no llevan la superpublicidad que llevan los bestsellers. Una pena, la verdad.

    Me ha gustado mucho tu entrada, has sido muy valiente por hablar de un tema tan complicado como este.

    Un saludo!

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  5. 100% de acuerto con todo este post, en serio. Cuando yo era adolescente no tenía libros juveniles, pero sí tenía una colección que hizo mi padre sobre libros hispánicos, donde entre Alberti y Neruda, estaba también Tía Tula y Nada. Y me los leí, y ahora veo como Bajo la misma estrella arrasa con todo sin ser medianamente buena. Yo no es que sea muy inteligente ni anda parecido pero entiendo totalmente tu punto de vista y todas las palabras aquí escritas.

    Muchas gracias!!

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  6. Me quito el sombrero ante ti y te aplaudo por tu elocuencia; muchas veces he pensado exactamente lo que dices, pero jamás había compartido tales pensamientos.

    Dicho lo anterior, es claro que comparto tu punto de vista y considero que esa es la absoluta verdad. Las editoriales son parte de la industria cultural y, debido a ello, su objetivo es manejar a las masas a su gusto; las personas no son el cliente, sino el objeto. Nos están saturando con libros sencillos, fáciles de masticar, y extrañamente hay gente a la que le ha gustado y pide más, por lo cual les dan más... Así se entra al círculo vicioso de la literatura de ahora. No estoy diciendo que sean malos esos libros, sino que son la vía fácil para entretenerse un rato. Y la literatura no es sólo eso.

    Admito que incluso yo he disfrutado con algunas historias juveniles, pero no me dan lo mismo que los clásicos. Muchas veces termino de leer los libros actuales y siento que aunque obtuve unas horas de entretenimiento, en realidad no me aportaron nada valioso y útil para mi vida, ni me hicieron reflexionar. Eso sé que sólo lo podré encontrar con los clásicos, y por eso son mi predilección.

    No tengo nada más que decir pues tú ya lo has dicho todo, y de una forma excelente; felicitaciones por la entrada tan espectacular. Un abrazo.

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  7. Me encanta este articulo. Porque es como me siento. Leo clasicos desde niña y esta ola juvenil fantástica me tomo mas vieja de lo norma (lei crepusculo con 19 años xD y ni termine de leer amanecer y vivo muy tranquila xD) entonces creo que la infravaloracion de los clásicos es lo que mas me molesta.

    Se trata de una lectura que consumo mas bien poco, y que como dices, es para leer y olvidar.

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  8. Yo no creo que la literatura haya bajado de nivel. Siempre ha habido y habrá un poco de todo, lo que pasa es que no todo perdura y muchos libros escritos en otros siglos se habrán quedado por el camino. Los que quedan, los que conocemos como clásicos, son los que han pasado la criba del tiempo. De todas formas, habría que ver lo que pensaba el lector de la época de lo que se escribía entonces. Hay muchos autores que se han muerto sin obtener reconocimiento en vida.
    Y bueno, creo que ahora no se puede ni se debe escribir como antes, porque la vida evoluciona y no es la misma la forma que tenían de expresarse en el diecinueve que ahora. Yo no leo libros juveniles actuales, pero de niña leía los hollyster, o los cinco o los tres investigadores y tampocoes que estuviesen muy elaborados, también he leído otras cosas, claro: Verne, Poe, . De hecho Poe siempre ha estado conmigo desde niña. Pero hoy en día también hay autores muy buenos que tienen un dominio del lenguaje increíble. Y es que tiene que haber un poco de todo.

    Saludos :)

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