A mi me habían enseñado en el colegio, que los terremotos se producían a causa del choque de las placas tectónicas, un movimiento de la tierra. ¡Pues en Japón tienen otra teoría! Y es que no podía fallar que estos nipones recurriesen a sus leyendas y supersticiones para aclarar el motivo de los terremotos en la antiguedad. Luego debieron de evolucionar y darse cuenta de que su teoría no se sostenía, por lo que recurrieron al método tradicional de nuestros libros de textos.
¿Qué era lo que creían?
Bueno, pese a que los terremotos son acontecimientos naturales, para nosotros son más bien, desastres naturales y en Japón son expertos en esta clase de sucesos, así como en América lo son de los tornados y de España lo somos de la siesta.
Aunque ahora poseamos gran cantidad de aparatitos tecnológicos que nos ayudan a entender dichos fenómenos, como donde ocurrió el epicentro, grado, daños y hasta el poder mandar un minuto antes a los ciudadanos un sms avisando el próximo seismo (algo que sucede en la actualidad). Sin embargo, antes, lo que era inexplicable para el hombre, era de origen divino. Y aquí es donde entra en juego el dios de los terremotos en Japón. Namazu.
Namazu es una deidad con forma de siluro. Se creía que era un pez gigantesco, tan grande, que sobre tus lomos posaba Japón. Cuanta la leyenda que habita en las profundidades del mar, más abajo del agua, en la tierra y que cada vez que se movía, era el causante de los terremotos, pero para esta deidad tenían otra que intentaba mantenerlo sujeto. Ese era su guardián: kami (dios) Kashima. Tenía una gran y pesada roca llamada kaname ish, que presiona sobre Namazu para mantenerlo inmovilizado ¡Ah! Pero este Kashima no siempre era diestro en su trabajo, a veces se distraía y dejaba de ejercer presión. Era entonces cuando el travieso pez se movía causando estragos a la población de la superficie y no cesaba hasta que Kashima volvía a inmovilizarlo con su roca.
Kashima tenía otras ocupaciones en el mes de octubre, como era la de reunirse con otras deidades en el templo de Izumo y acudía a la diosa de la buena suerte, Ebisu, para que ocupara su lugar, pero ella no tenía la fuerza para controlar aquellos violentos movimientos de la cola de nazamu. Se cree que esta historia nació a raíz de observar el extraño movimiento de los siluros cuando un terremoto se aproxima. Estos peces viven generalmente, en el lecho de las lagunas y de poca profanidad, así pues, es probable que puedan sentir con anticipación los cambios en las corrientes eléctricas de los fondos antes de un seísmo. Pero no hay comprobaciones científicas de la unión de un terremoto con los siluros. Mas todos sabemos que los animales tienen ese sexto sentido.
Esta piedra con la que se somete los arrebatos de Namazu es sagrada. Es como el punto en el que se cruzan todas las deidades, un enclave defensivo espiritual que mantiene bajo control todas las fuerzas negativas de la naturaleza, entre ellas, los terremotos.
Por Internet he leído que la primera referencia que se encuentra del nombramiento de esta criatura, es en una carta de Toyotomi Hideyoshi, quién unificó a Japón a finales del siglo XVI. En los últimos años de vida de este señor, mandó construir un castillo en el distrito de Fushimi (Kyoto) y ordenó que su construcción fuera segura contra los movimientos de Nazamu.
Los dibujos que por Internet se ven, dibujos o pinturas. Se cree que su origen está a mediados del siglo XIX cuando un terrible seismo arrasó Edo (actualmente Tokyo) en 1855. Se publicaron entre 200 y 300 dibujos xilográficos llamados Namazu-e y algunos fueron vendidos como pergaminos a personas que los quisieran tener en casa como protección Otros comenzaron a alabarlo de manera positiva al pensar que los terremotos eran acontecimientos para cambiar el mundo de manera positiva. Por lo tanto y a día de hoy, se muestra el siluro como un animal benefactor y protector que con sus movimientos, avisa con antelación cuando será el próximo temblor de tierra.
En la actualidad, utilizan la imagen del siluro (muy cuca por cierto, como todas las imagencitas que cogen los japoneses) para identificar las rutas más seguras para una evacuación en caso de terremotos o tsunamis. También para indicar refugios.
exelenete informacion creo que en tu blog en una entrada de hace mucho lei que los japoneses son muy supersticiosos
ResponderEliminarBien puede ser cierto porque a menudo pongo eso jajaja
ResponderEliminarGracias por comentar :)